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Hay cosas que pasan en el mundo y a veces no las damos cómo importante, solo nos quedamos con lo nuestro; vale la pena cómo creyentes tener claras posiciones frente a temas trascendentales que rijan las nuevas generaciones como: 1. La Educación como derecho y calidad para todos; 2. Los Derechos Humanos como mecanismos para construir la Paz; 3. La Política como instrumento de construcción y trasformación de la sociedad; 4. La Fe Interreligiosa desde el Evangelio como camino de Unidad y construcción humana; 5. La protección del Medio Ambiente como defensa de la casa común. Si seguimos como estamos, pronto no habrá nada que ceder para las siguientes posteridades y nosotros tendremos que asumir el alto costo por no haber hecho nada desde las pequeñas cosas; el primer paso, cambiar de mentalidad y asumir una conciencia menos individualista y más humana, mancomunadamente responsable de la humanidad y del planeta en el que hoy estamos.

CRECER EN CONVICCIÓN Y MOTIVACCIÓN PARA LA ACCIÓN.

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Durante mucho tiempo los seres humanos hemos aprendido a superar las barreras que se han colocado como obstáculo para reprimir el desarrollo integral de unos y dejar avanzar a los que por servilismo se disponen actuar con aquellos que manejan los hilos del poder que las estructuras sociales contienen; pero en los tiempos actuales, tal realidad evoluciona más en su densidad haciendo que la humanidad evidencie una mayor destrucción, realidad que difícilmente podemos cambiar, pe ro que, teniendo una mirada diferente en la búsqueda de interpretaciones distintas empezaría a desvanecer lo que corrompe al ser humano hoy. Para este rastreo de interpretación distinta más allá de nuestro individualismo ceguero, perverso y ambicioso, se necesita crecer en dos cosas interiormente: (1) Las convicciones como fuente de argumentos. (2) Las motivaciones como impulso para crear acciones. Dichas realidades edificadas y concienciadas interiormente en la condición humana, generan Esperanza q
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En una realidad llena de oscuridades donde las acciones humanas son el reflejo de nuestro pecado que distancia nuestra existencia del Amor de Dios, el Señor nos pide esforzarnos por ser Luz, esto significa, no tener vergüenza y estar dispuestos a disipar la oscuridad del mal con el testimonio del Bien que se hace evidente en la supremacía del Amor materializado en las acciones de la Justicia, de la Verdad y del valor la dignidad de todo ser humano aun en sus plenas diversidades.
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EL TIEMPO...

El Tiempo; algo que no se ve, pero que se nota cuando los días compuestos por minutos y horas van pasando, siendo la hoja en blanco que denota la necesidad de ser llenada con la escritura de nuestras experiencias de vida, argumentos para describir la existencia que vamos haciendo desde un presente quedando como parte de un ayer que se sumará a la construcción de una realidad llamada: la historia; el Tiempo, permite caminar en un Espacio concreto llamado mundo, este trayecto es siempre hacia delante, las horas no se pueden retroceder, ni parar, solo giran como marcando el tiempo progresivo, impulsando hacia adelante, con la cual, nada ni nadie puede escapar. El Tiempo sigue desarrollándose en el Espacio concreto, y dentro del orden cronológico siempre cambiara un número, quizás esto no signifique nada, pero describe la novedad o el atraso; el Tiempo siempre trae expectativas renovadoras concentradas en páginas nuevas para seguir escribiendo lo nuevo de la existencia que marcan nues

LA CORRUPCIÓN, UN ACTOR Y UNAS ACCIONES, UNA PERVERSIÓN DE LO INDIVIDUAL Y LO COLECTIVO POR ACABAR.

Nadie puede ignorar que Colombia es un Estado social de derecho, constituida por un poder gubernamental central donde rigen los demás poderes territoriales y regionales, quienes ponderan tal poder, son elegido por el pueblo conformado por las bases sociales, distribuidos en las distintas clases obreras, los campesinos de las regiones especialmente rurales, los jóvenes universitarios y todos aquellos que forman parte de la sociedad llamada país, cada grupos posee por naturaleza una identidad política siendo el constituyente primario facultados con el poder democrático de elegir y ser elegidos; consecuentemente dicho ejercicio de elección “libre y consiente”, faculta a quienes son elegidos del poder gubernamental para construir de manera responsable lo caminos que lleven al desarrollo del país donde las regiones y los territorios ajusten sus políticas públicas según las necesidades, con el fin, de velar por la Justicia, la Equidad y el Respeto de los derechos y los deberes, donde
Muchas veces deberíamos ser como aquellos árboles frondosos que tienen buenos frutos y que, por ello, sufren tanto al recibir muchas piedras; pero la cuestión está en que muchas veces corremos el peligro de que ni siquiera estimulamos con nuestra existencia una razón para incomodar a alguien para que así nos tire piedras por los frutos que le ofrecemos.
Si el Bien que hacemos cada día no genera inconformismo, desacomodo, contradicción, transformación y búsqueda de lo común entonces es porque tal vez no estamos haciendo bien las cosas; el Bien siempre contradice al mal qué hay en la realidad y este no le gusta su presencia por eso siempre busca destruirlo y cerrarle cualquier camino colocándose como obstáculo. Ante esto como discípulos de Jesús estamos siempre invitados a no ser unos creyentes perfecto pero exigentes al pedir y mediocres al dar; todo lo contrario aunque nos tiren piedras por hacer el bien, debemos siempre mantenernos en esa realidad porque aunque la recompensa no sea terrenal, que venga de otros, el Señor si nos pagara como conviene. 
Nunca tengas miedo de dar los pasos necesarios para avanzar en lo que te has propuesto; no permitas que nadie se convierta en la piedra de tropiezo de tu camino; no dejes que tus propios pensamientos se hagan negativos y dominen toda tu realidad integral que compone tu Ser; siempre mantén la vista en alto, ve más allá de tu propia realidad, ten ilusiones he ideales donde observes el horizonte al que con Fe y Esperanza quieres conquistar; muchas cosas dependerán no solo del entorno, sino también de tu propio motor, tu interior.
Todo acto de conversión se necesita para disipar las tinieblas que opacan el horizonte lleno de luz y esperanza, es una invitación que el Dios de Jesucristo nos hace constantemente, solo basta decidirnos, tal llamada tiene tres grandes momentos que llevan toda nuestra existencia:  Reconocer el error y asumir un arrepentimiento sincero del mismo; Empezar un proceso constante y permanente de transformación interior que atribuye el pensar, el sentir, el desear y el actuar;   Generar importantes acciones que beneficien no solo la realidad personal, sino que lleven y cooperen en la realización del otro. Esta conversión es la que debe involucrar todas nuestras áreas de la vida, la finalidad siempre estará en avanzar una poco más hacia la santidad.
Es necesario replantear en los círculos sociales de nuestra región, nuestros entornos laborales he inclusive al interior de las estructuras de nuestra Iglesia, la idea de posicionar los intereses personales lejos de las necesidades del común, es lo más grave que hemos venido haciendo; es necesario con urgencia desmontar ese criterio malévolo que quien tiene el poder es el que se enriquece y hace de su gana una razón para deslegitimar el sentido humanizante y la filosofía de instituciones que fueron creadas para la construcción del Bien y no para la destrucción sigilosa de la humanidad.  ¿Cómo hacerlo? dos herramientas claves: 1. La vivencia auténtica del Evangelio de Jesucristo , el cual, con radicalidad no lleva a vivir tres cosas fundamentales: a.  Una sincera compasión por los marginados, b. Un impulso que otorgar el poder para liberar y humanizar y c.  una acción de establecer e incluir a quien fueron expulsados y discriminados de su realidad y dignidad.  2. Asumir  la

La Persona Humana, Sentido y Razón de Ser.

    Cada uno de nosotros tenemos una gran herencia por descubrir, la de ser felices. Esta herencia solo se nos da, se recibe cuando hemos recorrido el trayecto de la vida con madurez y con los ojos de la Fe en el Señor Jesucristo quien nos anima a ser hombre de Esperanza. Por lo tanto, todos nosotros somos los únicos responsables de vivir hacia la construcción de la felicidad personal y ayudar ser feliz a los demás. Por eso, cuando se logra interiorizar nuestra propia humanidad, a vivir nuestra propia naturalidad sin máscaras y sin pensamientos ajenos, comprendemos con claridad nuestro Sentido y nuestra  razón de Ser en el hoy de nuestra propia existencia. Es desde esta realidad, en donde todos nosotros como Seres Humanos solo logramos tener Sentido y Razón de Ser, cuando concebimos nuestra existencia dentro de una realidad y un contexto histórico que es construido por nosotros mismos. En ella no podemos por ninguna circunstancias olvidar lo que nos establece como: Creaturas, Pe
En tiempo de la transición, sea cual sea su contexto, suceden algunas cosas internamente muy humanas: Nostalgia y Gratitud por todo aquello que se logró y se aprendió; y por otro lado, que ante la novedad venidera el Temor y las Ganas generan un tipo de ansiedad sana que llevan a visionar lo que se podrá hacer con el tiempo por el bien de todos y de la realización personal. Lo importante de todo esto, será siempre avanzar un poco más, razón para ser Feliz.
Estamos en uno de esos momentos cruciales para la política sucreña y colombiana, momentos en que es posible renovar el concepto y la practica del quehacer político en nuestras regiones y en cada uno de los territorios, pero da la inmensa impresión qué hay un poco mas de lo mismo, sin caer en el pesimismo; se percibe que aun muchos están y siguen dormidos frente al interés politiquero de los mismos, los cuales se han creído que la curul tiene sus apellidos incrustados; y por otra parte, el populismo que llega y tendrá su mayor auge cada vez que se acerque el día de elegir. Todos esto nos lleva a la idea central de que no se quiere trabajar por un deseo de generar novedad política, que desacomode, desprenda y debilite las tradiciones y el continuismos de los apellidos politiquero que se adueñaron de los destinos de nuestras regiones, y a la vez, que se pueda permitir a los territorios trasformar no solo sus realidades sociales, sino, su ideal de querer hacer un país distinto al que
La miseria humana es la realidad compleja de nuestra existencia que debemos aceptar y conocer, no tener miedo de lo que somos y comprender que en nosotros existen potencialidades pero también se hacen presente nuestras realidades que aminoran las capacidades del obrar bien según las exigencias de nuestro entorno; ha de ser siempre la tarea constante. De ahí la imperiosa necesidad de conocernos a nosotros mismos, de no avergonzarnos de nuestras limitantes y de potencializar nuestras capacidades, solo así, cuando obremos bien estaremos satisfechos, pero cuando obremos mal tendremos la capacidad no sólo de asumir, sino también, de reconocer nuestro pleno error, esto nos ayudará a crecer y así aprender a vivir mejorando siempre nuestro interior.