La Persona Humana, Sentido y Razón de Ser.
Cada uno de nosotros tenemos una gran herencia por
descubrir, la de ser felices. Esta herencia solo se nos da, se recibe cuando
hemos recorrido el trayecto de la vida con madurez y con los ojos de la Fe en
el Señor Jesucristo quien nos anima a ser hombre de Esperanza. Por lo tanto, todos
nosotros somos los únicos responsables de vivir hacia la construcción de la
felicidad personal y ayudar ser feliz a los demás. Por eso, cuando se logra
interiorizar nuestra propia humanidad, a vivir nuestra propia naturalidad sin
máscaras y sin pensamientos ajenos, comprendemos con claridad nuestro Sentido y
nuestra razón de Ser en el hoy de nuestra
propia existencia.
Es desde esta realidad, en donde todos nosotros como Seres
Humanos solo logramos tener Sentido y Razón de Ser, cuando concebimos nuestra
existencia dentro de una realidad y un contexto histórico que es construido por
nosotros mismos. En ella no podemos por ninguna circunstancias olvidar lo que
nos establece como: Creaturas, Personas y Seres humanos en desarrollo (Gn. 1 y
2). Pensar así, nos llevará a ejecutar el
compromiso con el Mundo y la Historia, asumiendo responsablemente intervenir en
el Hoy y en el Mañana de cada acontecer, dando así siempre lo mejor de cada uno
de nosotros. Generando Sentido y Razón de Ser en nosotros mismos. La dificultad
ha estado siempre cuando nos hemos separado de este contexto de trascendencia
para quedarnos en la superficialidad terrenal, aquí está la perdida de todo
aquello que nos vincule al Sentido y a la Razón de Ser desde nuestra propia
existencia.
Debemos saber que la historia de hoy, como la de ayer
y la del mañana se ha de vivir con plena
conciencia y libertad, es decir, desde lo que soy, desde la propia originalidad
de mi existencia. Esta historia está padeciendo procesos de trasformación de manera
conjunta he integral, pero en su interior, de tal realidad transformante, no se
puede negar la percepción de una alta tensión,
una lucha en donde se presentan grandes y arrolladoras fuerzas oscuras provocadas
por nuestra propia mentalidad muchas veces egoísta, superficial y limitada, es
por eso que acciones como el irrespeto de la Dignidad Humana, el atentado
contra los Derechos Humanos, el problema económico mundial y regional, la Injusticia
social en todos su ámbitos, la creciente deshumanización, la instrumentalización
capitalista de la existencia, las ideologías impuestas, la libertades limitadas,
los miedos dominantes, las incertidumbres ante un mañana mejor, el fanatismo
religioso, entre otros, han negado y
siguen negando nuestra condición de tener de manera óptima el Sentido y la
Razón de Ser Persona, desviándonos y llevándonos a tener razones humanas para
destruirnos y construir una herencia superficial negada de todo elemento que
nos lleve a elevar nuestro deber y nuestro derecho: el de Ser Felices.
De aquí que todo aquello que impide, obstaculice y fragmente
en nosotros los seres humanos, hijos del mismo Creador, la realización del
fruto espiritual, que ha de promulgar la Luz deslumbrante en nuestro acontecer
diario, negará la presentación de una novedad que desde nuestra conciencia
recta brote el compromiso de la construcción progresiva de una historia más
humana, el cual, dignifique nuestra existencia y potencialice nuestro progreso
como beneficio común para todos.
Por ende, El
Bien Común del hombre mismo, le da Sentido y Razón de Ser a su existencia, eleva
su dignidad misma, y alcanza a operar en los demás, que es el fin al que se
debe llegar. Todos tenemos el deber y la
responsabilidad e buscar los caminos que nos han de llevar a la gran herencia a
la que todos tenemos derecho: “El de Ser Felices”. Ese debe ser nuestro
horizonte y nuestra conquista. Por eso debemos empezar desde ya, a ser nosotros
mismos y descubrir el Sentido y la Razón propia de nuestra propia existencia.
Somos portadores de ella, pero no la conocemos porque muchas veces no nos
conocemos.
Ante tal situación, la compleja evolución generada
por nuestras propias manos, tiene el valor y la urgencia “hoy” de revertir todo
tipo de movimiento que conciba el ambiente de una cierta negatividad, esta
sería, la realidad negativa, una entera distracción y a la vez, un
oscurecimiento de lo que sería novedoso para lo que está por llegar. Por ende, no es posible vivir “el hoy de nuestra
realidad” de manera ignorante y extraviada, sin tener la capacidad para traspasar
de manera analítica nuestros contextos. No se puede estar y vivir acomodados a
lo cotidiano según nuestras conveniencias interesadas, no podemos estar en el
hoy sin sentir plenamente su
contextualización desde su ayer, su hoy y la posibilidad de un mañana mucho
mejor.
Pero el punto de arranque debe estar concretizado en
construir una historia humanizada, en tal medida en que la vivimos con plena
naturalidad, si quitarle nada y asumiendo lo que es, ya que somos nosotros los mismos
creadores de dicha historia, y como autores debemos ser plenamente conocedores
de su alcance. Esto solo es posible cuando nosotros humanamente construimos una
historia humanizada. Desde este contexto, la evolución de una historia
humanizada, generará esperanza cuando con radicalidad asumamos dicha existencia
con los pies sobre la tierra y la mirada en el horizonte y desde allí, vislumbrar
los caminos indicados para generar la tan necesitada luz de la esperanza para
el hombre de hoy. Esto es fuente de Sentido y Razón de Ser a nuestra propia
existencia.
Si bien es claro, esto solo se realiza con más plenitud,
cuando nosotros nos esforcemos por focalizar nuestra conciencia haciéndola más humana
y más social, enmarcándola en la libertad de vivir nuestros derechos y la
docilidad para asumir nuestros deberes. Esto nos permitirá redescubrir las
innumerables cosas buenas que poseemos como Creaturas, y así con
responsabilidad social se le dará a la historia espacios habilitados para que la
Luz de las buenas acciones humanas brillen y adornen nuestra historia con su
resplandor incandescente que jamás se ha de debilita por muy oscuras que sean
nuestras propias tinieblas. Por eso ha de ser necesario que a lo largo de tu historia
presente, como ser humano concreto y activo trabajemos es muchos aspecto, que
faciliten los caminos que nos vuelva a enfocar en la realización de una
historia más humana y centrada en la felicidad del mismo hombre, nuestra
felicidad que le dé Sentido y Razón de Ser a nuestra propia existencia. Queridos
hijos, esforcémonos por conquistar nuestra herencia: el de ser felices.
Por consiguiente, el ser uno mismo y encontrar
sentido y razón a nuestra propia existencia requiere algunos esfuerzos que
debemos analizar muy interiormente y asumirlos con urgencia en nuestra vida
hoy:
- Retornar con naturalidad y sin atropello a la esencia de sí mismo. Ser uno mismo.
- Retomar al carácter de vivir como Seres Humanos para comprometernos a humanizar a los demás.
- Enfocar nuestros pensamientos y nuestras acciones a la construcción de una realidad social que eleve y trascienda en el valor de la Dignidad y el valor del Sentido.
- Trabajar mancomunadamente para fortalecer la conciencia de la historia en tres elementos: Ser Creaturas, Ser Persona y Ser Social.
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