Nunca
tengas miedo de dar los pasos necesarios para avanzar en lo que te has propuesto;
no permitas que nadie se convierta en la piedra de tropiezo de tu camino; no
dejes que tus propios pensamientos se hagan negativos y dominen toda tu
realidad integral que compone tu Ser; siempre mantén la vista en alto, ve más allá
de tu propia realidad, ten ilusiones he ideales donde observes el horizonte al
que con Fe y Esperanza quieres conquistar; muchas cosas dependerán no solo del
entorno, sino también de tu propio motor, tu interior.
En el sexagésimo aniversario de la encíclica Pacem In Terris del papa Juan XXIII, algunas palabras que pueden servir hoy.
La mayoría de los cristianos que acuden concurridamente en los templos parroquiales católicos, (y porque no decirlo también en los evangélicos) desconocen el alcance y la fuerza espiritual y social que tiene el Evangelio Cristiano; para muchos la fe cristiana que está llamada a experimentarse, comprenderse, celebrarse y compartirse, solo esta reducida a un hecho religioso el cual se busca vivirse desde la individualidad intimista, asumiendo la forma de poder respetarse, cuando esta no intervenga en muchas cosas que tengan que ver con la construcción del mundo de lo social y de la historia misma; este tipo de experiencias se da desde una concepción de fe basada en la religiosidad popular, la teología dogmatizante del pecado y de la salvación individual, en la teología de la prosperidad y la liberaciones de posesiones demoniacas, sumando a las teorías modernistas de las libertades que se centran “el los derechos individuales” como un poder que se otorga y se defiende por las leyes d...
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