SE SABE ¿QUIENES SOMOS, HACIA DONDE VAMOS Y QUE HACEMOS?

Sorprende como desde finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI la forma de pensar sobre el Ser y el Quehacer humano han cambiado radicalmente los pensamientos  los comportamientos y las responsabilidades con la realidad personal y colectiva. Hoy nos vemos imbuidos en la necesidad de aprender a tener capacidad de crear y edificar elementos que permitan generar realidades novedosas, con el fin, de hacer nuestra vida mas fácil, mas practica y menos dolorosa, lo cual, busca la satisfacción y la tranquilidad casi que individual y posiblemente duradera; el no estar en esta línea, es estar anclados en la ortodoxia de la vida,  que es poco atractiva para los tiempos presentes y que termina excluida y anulada del sistema porque NO aplica, por lo que, consiente he inconscientemente  se busca un sometimiento de estas realidades de las que muchos no entienden, pero que se asumen como lo fundamental y lo necesario en el aquí y en el ahora para poder subsistir. 

Ciertamente a sido el modelo imperante del neoliberalismo, centrado en el capital, que busca construir sistemas capacitados y capitalizados para la producción eficaz, de baratos costos y de inmediatez respuesta “con procesos certificados en su calidad”, lo que ha permitido lograr concienciar y convertir lo humano en un instrumento de transformaciones funciónales globalizantes que lleva a mover y conocer todo a partir de la pragmática tecnificada y científica sin importar la trascendencia de la existencia y de su interlocución responsable con el mundo y la historia para trasformar realidades en el sentido de lo humano. Si bien, las acciones pragmáticas tienen sus ventajas progresistas, estas  presenta desventajas humanizantes  que a nadie les interesa tratar, puesto ponen en riesgo la trascendencia de lo propiamente humano como capacidad de argumento constructivo que perméa lo colectivo, donde el otro y los otros dan significado y sentido, donde la existencia se edifica y se trasformas por las capacidades de la Razón y la Fe, las cuales, paralelamente caminan juntas y se complementan en el proceso edificante de lo humano. Este riesgo se empieza dando desde la educación formal y tecnificada.

       Por consiguiente, en esta nueva década del siglo XXI se seguirá en el auge de la novedad pragmática de la ciencia, de la tecnología, del sistema mecánizante y tecnificado, favorecidas y defendidas por las políticas de Estado que van en la linea de una dinámica de: producción -distribución - consumo y ganancia, lo cual, lleva a la capitalización empresarial he individual, paralelamente a esto, se construirán vías para una interconexión desconectada de lo interior y trascendentemente humano y colectivo, haciendo que lo humano sea novedoso, practico, utilizable, desechable y destruido, perdiendo vigencia en poco tiempo y pasando desapercibidos en la historia para  las generaciones futuras (si es que estas existen). Por otra parte,  el ser humano seguirá siendo parte de la instrumentalización, entregándose a un individualismo que genera egos y destruye la moralidad y la eticidad de toda una sociedad llamada a la búsqueda del supremo bien, lo cual, debería permitir un crear la Unidad; lo contrariamente producido a esto, es avanzar a estar mas lejos del otro, de todos y de las realidades que interpelan el contexto donde se existe. Llegar y seguir en esta egolatría de lo pragmático glovalizante y deshumanizarte, permitir desde  un  planteamiento Etico, buscar la respuesta sobre ¿Quienes somos, hacia dónde vamos y qué hacemos?, es necesario encontrar el camino perdido por el afán del romper con lo que supuestamente generaba en los siglos pasados esclavitud, pero que tal fue una equivocada interpretación de lo que de verdad podría llevar hacia la conquista del supremo Bien que da profundidad y trascendencia a lo débilmente humano. 

Se tiene un mundo mas lleno de avances y alcances que harán de la existencia una mayor capacidad de reacción ante cada dificultad presentada, pero cada vez somos menos humanos, menos en sentido colectivo y mas cerrados a la egolatría que es excluyente y anula las posibilidades del "educar juntos" la vida de algo que colectivamente da sentido y razón. Por ende, se necesita con urgencia un reeducar la ciencia para "UN ABRIR Y DAR EL PASO" hacia lo que hace ser lo que somos: "Seres Humanos, Personas con profundidad y sentido"; lo practico no puede separar la trascendencia de lo humano, y mucho, menos desviar el sendero constructivo para buscar el vivir juntos como sociedad que tiene sus debe volver sus cimientos en los valores y principios que custodian la realización y plenitud humana y nos coloca como faros para avanzar y edificar la historia.