Todos de una u otra manera
necesitamos que alguien nos haga ver las cosas, nos diga algo, nos haga ver las
cosas, esas cosas que nos ayuden a entrar en el cuestionamiento de nuestra
propia existencia, esas cosas que pueden colocar en riesgo un poco nuestros
procesos constructivos individuales, esas cosas que nos hacen ver de que no
todo lo que decimos y hacemos es plenamente correcto; lo anterior siempre será
necesario, puesto que a veces vivimos considerando que todo los que decimos y
hacemos trae consigo la suprema verdad que debe ser asumida, ese es un error
que de entrada se convierte en piedra de tropiezo para construir la armonía entre
los demás.
La verdad siempre será construida
entre todos y no impuesta de manera abrupta, lo cual, sería un acto de
violencia frente a los demás.
No nos enojemos tanto cuando
alguien nos dice algo que puede colocar en riesgo nuestras posiciones, es más fácil
aprender a escuchar con paciencia, y si es necesario, comenzar a reestructurar de
nuevo, que cerrar los ojos he imponernos sobre los demás con nuestra idea y nuestro
actuar, generando un cierto caos que destruye la armonía común.
Comentarios
Publicar un comentario