SIEMPRE SERÁ POSIBLE TRABAJAR POR LA PAZ Y LA RECONCILIACIÓN DE ESTE AMADO PAÍS.

La oscuridad impide avanzar, crecer, desarrollarse, realizar la existencia y la historia misma del ser humano, el hombre sigue perdiéndose en su propia ceguera, en su propia terquedad y en sus equivocadas decisiones que avalan su ambición y su egoísmo, hoy hacemos parte de una sociedad perdida, enferma y miope en su propio destino; para tal realidad tan necesitada, la Luz siempre está disponible para destruir tal aberración de irracionalidad humana; esta Luz la proporciona el Hijo del Hombre, quien con su vida misma disipó la fuerza del pecado por la generosidad Divina. Tener la Luz en la existencia humana es necesario buscarla, ir a la fuente, y dejarse encender para brillar y con la disponibilidad permanente poder romper las fuerzas oscuras incrustadas en la conciencia del hombre de hoy.

No se puede ignorar que hoy se sigue poseyendo en la conciencia humana una oscuridad que nos hace estar ciegos ante la realidad que interpela, por eso existe un deseo de aferrarse a la cosas que producen razones para generar el dolor que acciona la violencia y que esta destruye al mismo hombre. Por lo tanto, es necesario insistir en la búsqueda de la fuente para poder encender y portar la Luz que nos permita cooperar en la destrucción de la oscuridad que destruye al hombre de hoy. No hacerlo es vivir también en esa misma oscuridad.

Dar el paso para dejar encender la Luz del Maestro en la lámpara de nuestra existencia es la urgencia de la historia de hoy que invita a la renovación de la misma historia, de ahí la acción responsable de cooperar en la destrucción de las tinieblas que opacan el desarrollo de la vida de muchos.