Cuanta falta hace mantener procesos pedagógicos en nuestra vida que nos ayude siempre a salvaguardar vivamente en nuestra mente la responsabilidad en el deber de trabajar por construir una sociedad basada en los Valores humanos y cristianos que nos lleve a desmontar la absurda forma de asumir la historia presente que nosotros mismos hemos patrocinado con nuestra negligencia, nuestro desinterés y nuestro intereses individualistas.
¿Por qué nos quejamos tanto de lo que hoy nos harta, si nosotros hemos sido provocadores y constructores de la misma? Nuestro silencio, nuestra inmovilidad y nuestras luchas pasionales (esos que lucha por proclamar mesiánicamente que la Izquierda, que la derecha, que el centro, que dentro derecha, etc…) que no llevan a nada, sino, a la polarización social, lo cual, siempre será llamativo para vender prensa diariamente, que nuestra responsabilidad social de buscar y construir desde la unidad las posibles interpretaciones y respuestas de la sociedad exigente de hoy.
Hoy es necesario desmontar por completo nuestra forma de pensar desde la Político, lo económico, con sensibilidad humana y social; preguntémonos sobre: ¿Qué tipo de sociedad queremos dejarle a nuestros hijos? Si no hacemos nada hoy desde nuestra responsabilidad humana y cristiana que sean nuestros hijos quienes nos juzguen junto con la historia, pero si nos esforzamos por trabajar en la búsqueda de transformación social, que sea la historia que nos reconozca y nos premie.
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