HACIA UNA CONVERSIÓN QUE PERMITA TRASFORMAR Y GENERAR NOVEDAD.
La cuaresma no puede ser algo mas de lo mismo, cada año es un llamado novedoso que invita a todo creyente hacia un camino de verdadera conversión, esta no se centra solo en pecados morales de índole sexual (genital), sino de los pecados que destruyen fuertemente el sentido y la trascendencia de lo humano y que tiene en vilo a la historia; un fuerte pecado que sigue generando entre nosotros el sin sentido de la existencia, la falta a la compasión y de misericordia por los que sufren y se sienten marginados ante el pecado social, el gran desinterés ante los sufrimientos humanos marcados por la injusticias sociales y la abertura más amplia de los que tienen y pierden su vida y de los mueren por no tener para subsistir, aquellos que tienen en peligro su vida, en el antes de nacer, en durante de vivir y en la recta final de su caminar hacia el buen morir, y sobre todo, un pecado que se confina en la hipocresía religiosa que aleja del verdadero Amor de Dios y del servir a los demás,