La voluntad de hacer siempre el Bien está en nuestras manos, poseemos la capacidad, la inteligencia, la disponibilidad y la tenacidad de hacer de nuestra existencia un lugar predilecto donde no solo logremos nuestra realización personal, sino que, cooperemos incansablemente en la realización de otros, pero el miedo siempre pone en peligro tal propósito, llevándonos a situarnos en la tendencia del individualismo que nos hace caer en la mediocridad, la rivalidad, el egoísmo, las ambiciones y unas tantas cosa más que visionan en nosotros una seguridad que termina falseado nuestra existencia; lastimosamente ese camino es el que hemos construido para nuestra conciencia individual y colectiva.

Romper con todo lo anterior requiere un camino arduo, exigente pero pleno, ese es El AMOR, en él encontramos libertad, restauración, sanidad y muchas razones para seguir adelante con nuestra realizacion de vida y la cooperación colectiva para transformar y edificar novedad en la realidad que nos rodea.

Dejemos que el Amor nos impulse y nos haga capaces de tanto.

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