¿QUÉ PASA CON LA EDUCACIÓN EN COLOMBIA?. Breve mirada critica a la realidad.


A nuestro modo de ver, para hablar de la Educación en Colombia, es necesario hablar sobre las diferentes realidades que han sido asumidas paulatinamente desde sus procesos de transformación en la historia, a partir de las mismas políticas públicas cuya responsabilidad Estatal ha venido generando. En muchas circunstancias, dichas políticas públicas, en la realidad, no han cumplido a cabalidad con lo establecido por la ley; ellas han generado diferentes traumas que alteran la calidad educativa no solo en el casco urbano, sino, también en lo rural (donde más se radicaliza la dificultad de ‘calidad educativa’). Pártase de la idea, que dichas políticas públicas sobre la calidad educativa se implementan desde la línea de un sistema educativo que busca mejorar un servicio con criterios de calidad,  los cuales, han de ser recibidos por todos los niños y niñas, adolescentes y jóvenes en la totalidad del territorio nacional.

Pero si el concepto de Educación consiste en la construcción de procesos que permiten, mediante procedimientos pedagógicos, la formación de todo ser humano en un ámbito integral donde lo humano, lo social, lo ético, lo científico y lo cultural juegan un papel fundamental ya que llevará a que dicho individuo formado con el tiempo pueda desplegar criterios y argumentos para ser introducidos como respuestas a las exigencias sociales; por consiguiente, ¿Es factible hablar de un sistema de educación de calidad adecuado en Colombia?.

Si bien, desde la Ley 115 se señalan las normas generales para regular el Servicio Público de la Educación, que cumple una función social acorde con las necesidades e intereses de las personas, de la familia y de la sociedad (Congreso de la Republica de Colombia, 1994. Art. 1), y que el Estado tiene el deber de garantizar una educación de calidad, así lo establece la norma en el ARTÍCULO 4o. cuando dice:

“Calidad y cubrimiento del servicio. Corresponde al Estado, a la sociedad y a la familia velar por la calidad de la educación y promover el acceso al servicio público educativo, y es responsabilidad de la Nación y de las entidades territoriales, garantizar su cubrimiento. El Estado deberá atender en forma permanente los factores que favorecen la calidad y el mejoramiento de la educación; especialmente velará por la cualificación y formación de los educadores, la promoción docente, los recursos y métodos educativos, la innovación e investigación educativa, la orientación educativa y profesional, la inspección y evaluación del proceso educativo” (Congreso de la Republica de Colombia, 1994).

Si esto está consagrado como ley ¿Qué pasa con la educación en Colombia? ¿Por qué existe un desmejoramiento en las estructuras físicas de los establecimientos públicos de educación a nivel  de Básica primaria y secundaria, media y superior? ¿Cuáles han sido las dificultades para crecer en formación y cualificación de docentes a nivel de todas las áreas? ¿Qué ha pasado con la poca inversión en materia de investigación social y científica? Definir estas preguntas puede llevar a generar una serie de análisis complejos que desde esta perspectiva han de ser criticados y enjuiciados como poco verídicos al pensamiento del Estado, ya que, el ‘sistema educativo’ en Colombia, ha caído en la ineficiencia integral, en cuanto a estructura, novedad en los procesos pedagógicos, cualificación en la formación docente, inversión para la investigación, a la cultura y al desarrollo integral; y que a la vez, han sido con el tiempo, un caldo de cultivo para la corrupción desde los entes del Estado; no obstante, en dicho ‘sistema’ entra a jugar el rol del pensamiento neoliberal donde se argumenta más el desarrollo capital que el de la construcción de conciencias humanas de manera integral, dispuestas a ser instrumentos valorativos para la trasformación de las estructuras sociales y culturales del país.  

Por consiguiente, no sería atrevido ni novedoso afirmar que, en el fondo, el sistema educativo en Colombia obedece hoy a un pensamiento que debe garantizar el concepto de la globalización y de la estandarización de criterios que deben estar bajo las ordenanzas de políticas públicas y que el no cumplirlas, a partir de las metas establecidas, muestran a un Estado que no estaría al nivel de los demás Estados en tema de producción, calidad y competencia.

Ante todo lo anterior, es importante mirar que los nuevos instrumentos asumidos por el Estado Colombiano en materia de medir y trabajar por el mejoramiento de la ‘Calidad Educativa’ tienden a interesarse en los niveles de estandarización mundial desde la perspectiva del mundo globalizado. Para esto, la presencia de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), es considerado importante, donde el Estado Colombiano se encuentra en proceso de adhesión desde el 29 de mayo presentado un memorándum inicial exponiendo su posición sobre 250 instrumentos legales de la OCDE, que servirá de base para las revisiones técnicas que conducirán los comités de la OCDE (www.oecd.org, s.f.). En esta relación la OCDE ya ha realizado evaluaciones sobre las políticas nacionales en materia de educación, estas se dirigen para el ‘mejoramiento de las competencias de todos los miembros de la sociedad, y que garanticen que dichas competencias se usen de manera eficaz, a fin de promover un crecimiento incluyente en favor de trabajos y vidas mejores’ (Directorate for Education and Skills, 2016. Pág.: 3).  

Es de considerar dos aspectos relevantes en este proceso: 1) Mejoramiento de competencias y 2) Crecimiento influyente.

Sobre esto, conviene decir que, el primer aspecto tiene que ver con la necesidad de fortalecer y cualificar los niveles de aprendizajes que se van abordando en el proceso de educación en los diferentes niveles en Colombia, es decir, sobre cómo, y de qué manera y sobre que lineamientos pedagógicos va formándose la población estudiantil desde los énfasis de aprendizaje. Sobre sale entonces, la necesidad de generar evaluaciones periódicas, con el fin de indagar sobre de qué forma se están llevando los procesos educativos en los estamentos públicos y privados del país; es aquí aparecen las llamadas pruebas PISA[1] a nivel internacional y las pruebas SABER[2] en el territorio nacional.

Por otra parte, el segundo ámbito de la OCDE, busca visionar que dichos niveles estén prestos a mediano y largo plazo en el favorecimiento de la mano de obra profesional, es decir, es necesario formar futuros profesionales de calidad productiva, que estén altamente calificados para incrementar el desarrollo económico del país. Por eso, las matemáticas y la ciencia son las que más se evalúan, puesto que éstas tienen  mucho que ver en el desarrollo de ingenierías, avances científicos, mineros y demás, los cuales, proporcionan un interés en el mercado laboral del país.

Si bien aquí se entrelazan de manera inducida las políticas neoliberales que el mundo globalizado viene fecundando y que su mayor empeño siempre estará en la capitalización al interior de los Estados, donde la producción y el consumo sean sus mayores instrumentos. Por ende, el ‘sistema de educación nacional’ debe aplicar a estos intereses trasnacionales, marcando la idea de la globalización, pero su interés solo está en la competencia entre los demás, a nuestro juicio, esto hace que la Educación Colombiana caiga también es un sistema perverso donde la calidad sea una fachada y donde la inversión sea una desvirtualización de los recursos, puesto que no se invierte para cualificar la Educación en todas sus dimensiones, sino solo en unos intereses particularizados.

Ahora bien, cabe concluir, que la OCDE establece algunos criterios dentro de los aspectos destacados para Colombia en tema de educación, estos podrían entenderse como:

  1. 1.      Un sistema educativo en movimiento.
  2. 2.      Un ofrecer a todos los niños un buen comienzo en el sistema educativo.
  3. 3.      El mejorar los resultados de aprendizaje en todas las escuelas.
  4. 4.      La necesidad de expandir y modernizar la educación media.
  5. 5.      La importancia de un sistema de educación terciaria más articulada.
Todas y cada una de estas líneas, son importantes y podrían garantizar para Colombia unas verdaderas políticas públicas donde la calidad educativa sea de manera integral y garanticen para todos el acceso a dicho derecho, pero, bien sabemos que esto no es del todo cierto, para lograr tal avance educativo se necesita restructurar el sistema educativo en Colombia, lo cual requiere una mayor profundidad en los cambios de políticas, generar reformas de políticas públicas e integrar otros instrumentos que permitan garantizar la capacidad de la educación en cuanto que permitan no solo el desarrollo del país, sino a la vez, la humanización de la educación que contribuya a la coordinación de una sociedad más justa y equitativa basada en valores y principios fundamentales, así como lo consagra la ley colombiana. Es perentorio de invertir en infraestructura, en coberturas de calidad y no con unas  políticas que no responden a dichas dinámicas de ampliación educativa, urge el fortalecimiento del profesorado; la necesidad de construir un currículo propio para el desarrollo y la dinámica de la formación de los estudiantes en los diferentes áreas del saber, es fundamental que la calidad educativa en Colombia pueda responder a nivel internacional y para eso se debe reestructurar lo que entendemos por sistema de educación colombiana.

Referencias:


Congreso de la Republica de Colombia. (8 de Febrero de 1994). www.mineducacion.gov.co. Obtenido de http://www.mineducacion.gov.co/1621/articles-85906_archivo_pdf.pdf
Directorate for Education and Skills. (2016). www.oecd.org. Obtenido de http://www.oecd.org/education/school/Educacion-en-Colombia-Aspectos-Destacados.pdf
www.oecd.org. (s.f.). Obtenido de http://www.oecd.org/centrodemexico/laocde/colombia-y-la-ocde.htm





[1] http://www.oecd.org/pisa/pisaenespaol.htm. El Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos de la OCDE (PISA, por sus siglas en inglés), tiene por objeto evaluar hasta qué punto los alumnos cercanos al final de la educación obligatoria han adquirido algunos de los conocimientos y habilidades necesarios para la participación plena en la sociedad del saber. PISA saca a relucir aquellos países que han alcanzado un buen rendimiento y, al mismo tiempo, un reparto equitativo de oportunidades de aprendizaje, ayudando así a establecer metas ambiciosas para otros países. Las pruebas de PISA son aplicadas cada tres años. Examinan el rendimiento de alumnos de 15 años en áreas temáticas clave y estudian igualmente una gama amplia de resultados educativos, entre los que se encuentran: la motivación de los alumnos por aprender, la concepción que éstos tienen sobre sí mismos y sus estrategias de aprendizaje. Cada una de las tres evaluaciones pasadas de PISA se centró en un área temática concreta: la lectura (en 2000), las matemáticas (en 2003) y las ciencias (en 2006); siendo la resolución de problemas un área temática especial en PISA 2003. El programa está llevando a cabo una segunda fase de evaluaciones en el 2009 (lectura), 2012 (matemáticas) y 2015 (ciencias).

[2] http://www.elespectador.com/noticias/actualidad/vivir/sirven-pruebas-saber-pro-articulo-352085. El Icfes, institución que tiene la tarea de ejecutar estas evaluaciones, sostiene que las pruebas Saber Pro tienen tres objetivos: comprobar el desarrollo de competencias de los estudiantes, proporcionar información para la comparación entre programas e instituciones y recoger información para construir indicadores de evaluación.

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