La práctica del Amor Cristiano debe ser entendida solo desde la experiencia personal con Jesús, quien nos enseña a vivirlo sin medida, sin restricciones, sin protagonismos humanos y siempre pensado que tal acción amorosa parte de nuestro ser libre y consciente y que ha de llegar a la existencia de mi hermano, el otro...
Por tal razón, nadie puede eufanarse en decir que es "un buen cristiano o un buen ser humano cuando esté rechaza a su hermano en las cosas más mínimas y simples de la vida"...
En una realidad, individualista, materialista y cada día más excluyente ¿Que tanto hemos vivido y experimentado el Amor de Dios para hacerlo práctico de manera cristiana con nuestro hermano?
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