PENSAMIENTOS ECLESIALES. Una reflexión teológico social de la realidad colombiana.

A veces preocupa como muchos dicen luchar por la justicia, los derechos y la búsqueda del bien de los demás, pero en su interior demuestran ser los mismos que con sus pensamientos y acciones violentan corrompen el pensamiento y destruyen lo que por verdad debemos construir. Este acto de hipocresía factura en nuestras frágiles mentes humanas un costo incalculable, el cual, termina exigiendo dar lo que no tenemos, pero llevándonos a lo mas pobre de nuestra existencia humana.   E sto se expresa en los mesianismos humanos (que empiezan a estar d emoda en nuestra colombia) que siempre son peligrosos, esos que se engalanan pregonando que ellos pueden ser los salvadores de los demás, y que nosotros ciegamente apoyamos; estos terminan siendo peor que su detractor, y a la vez, confunden a la sociedad sumergiendola en un mar de polarizados. Por consiguiente, siempre es bueno saber sobre que perfil, que linea queremos trabajar, y desde hay, construir sociedad, construir comunidad, co

Los chicos de hoy también son como los de ayer, temerosos, revolucionarios, sensibles, confundidos pero llenos de ilusiones y de una fuerte alegría que los hacer ser más poderosos que un terremoto; pero los adultos que son padres de nuestros chicos de hoy han cometido un pequeñito error, su extremismo afectivo impositivo el cual manifiesta de fondo su miedo a perderlos un día, pero también su distanciamiento que manifiesta su fría ausencia. Lo anterior se expresa en la sobrep rotección o en el trato frío, en el querer decidir por ellos, o en el no saber que están haciendo, en el invertir el cien por ciento sin darles autonomía o en el negarles todo y dejarlos a la merced del libertinaje social; a este error paternal se suma que hay adultos que son padres que no les gusta que se les cuestiones sobre su forma de edificar a la generación venideras, creen que todos está bien, que no pasa nada, pero en verdad son infiernos los que ellos viven ya sea porque se sienten solos o porque s

La transformación de las estructuras sociales, pasa por la reingeniería cultural, estas a su vez pasan por la reeducación de la conciencia individual y colectiva que debe procurar volver nuevamente a las fuentes de aquellos Principios y Valores que supremamente fueron dados desde los orígenes de la historia y ayudaron a darle significado y contenido a la historia que de manera integral hoy tenemos. El problema que se radica ante tal situación, es que muchas veces se cree y piensa que esto es obsoleto e inservible para la época, tanto así que a nuestros hijos les es incómodo y aburrido conocer y comprender la historia...

En esta época en que se habla de construcción de paz, tenemos que ser conscientes que nos llegó la hora a todos de entender que ya no será ni la guerrilla, ni los paramilitares, ni la delincuencia común, ni siquiera los jóvenes del bajo mundo los únicos actores del conflicto verbal y bélico al interior de nuestra sociedad, puesto que, nosotros también somos actores y protagonistas del conflicto diario y común. Esto se indaga cuando somos arrogantes, creídos, prepotentes, que no hacemos nada por los demás, y terminamos siendo obstáculos para el desarrollo de los otros ya sea porque nos causa envidia su progreso, o porque somos unos egoístas que no queremos que otros lleguen a la meta como lo hemos logrado y sean mejores que nosotros. Hay que desarticular -con urgencia- de nuestra conciencia ese perverso pensamiento que se traduce en un lenguaje bélico y en una praxis destructivas que desde nuestras acciones individualistas reflejan nuestro acaparamiento de supremacía por encima de

Si no se toma en serio el tema de unir los conceptos de Justicia Social y Pobreza en nuestras prácticas diarias, siempre habrá injusticia argumentada desde los actos de corrupción he individualismo colectivo, siempre habrá pobreza convertida en miseria humana, lo anterior será para justificar el conflicto, generar la violencia y vivir en medio de la muerte... Aprender asumir el valor de la justicia como parte integral de nuestra responsabilidad social, teniendo como punto de partida a los más pobres convertidos en miseria humana entre nosotros, debe ser el ejercicio de nuestra conciencia moral frente a la historia que nos interpela, el no hacerlo será nuestro mayor pecado humano y social.

Muchos de nosotros hemos perdido nuestra capacidad de CONTEMPLACIÓN , quizás por las distracciones terrenales que nos rodean o porque no hemos aprendido hacerlo con el tiempo; cuando no se ejerce la dinámica de la contemplación somos incapaces de conocer, interpretar y de buscar una salida que sea benéfica a las realidades sociales, políticas, económicas y religiosas que muchas veces nos someten al infortunio trágico de la existencia individual y colectiva; por tal razón, cad a día se hace necesario y urgente re-educar la conciencia en el ejercicio de la contemplación, que promueva a la OBSERVAR de las realidades históricas de la existencia y tener una actitud de ESCUCHAR con atención constantes si criticar y fijar responsables su dura proclamación que nos enuncia la necesidad de estar atentos y de actuar con prontitud crítica y práctica, dando las respuestas coherentes y procesuales en cada uno de las exigencias de la existencia humana.

Es necesario mirar la vida con objetividad y sin proselitismos individualistas que desorientan nuestras posibles luchas; es necesario aprender Ser y Hacer el ejercicio revolucionario pero desde las bases de las ideas construidas, que defiendan la Dignidad de cada persona, y a la vez, promuevan el Respeto de su existencia y de sus derechos; no pisoteemos a los demás para llegar a lo que exigimos como seres humanos, lo humano siempre debe ser humano, sin olvidar el cumplimiento de nuestros deberes, en esto también se conjugara nuestra identidad que no será cuestionada.  No podemos ser unos rebeldes sin razones y sin principios claros y justos para los demás; quien se hace opositor de algo debe ser primeramente humano, coherente, no sólo con el discurso argumentado, sino con la praxis en la vida, eso genera credibilidad y confianza; lo contrario a esto será pura payasada... Esta es una razón para trabajar en la construcción de la conciencia que desorientada hoy, ha perdido los hori

Frente a la realidad que nos rodea estamos llamados a ser siempre justo con nosotros mismos y con la sociedad; cuando hablo de justicia me refiero a situarnos en el punto medio de las cosas y ejercitar nuestra acción reflexiva para entender que somos responsables de la historia que vivimos pero también de la necesidad de las transformaciones sociales del hoy, las cuales, requieren de una objetiva interpretación desde una praxis fundamentada en principios y valores que determi nen la construcción renovada de una sociedad como la nuestra tan golpeada por tantas circunstancias provocada y avaladas por nosotros mismos. Mientras no miremos con objetividad las cosas y no seamos capaces de desprendamos de las subjetividades que nos hacen egoístas he individualistas, será muy difícil entender que tenemos compromisos con la realidad que nos increpa fuertemente; hoy necesitamos humanizarnos, humanizarnos para humanizar, debemos perdonarnos para perdonar, debemos capacitarnos para dialogar

Cuando el ser humano nace, todos preparamos su llegada y aunque esta  sea dolorosa, la felicidad desdibuja tal sentimiento y nos coloca al frente del maravilloso milagro del nacer a la Vida; pero para el morir, nadie, nunca nadie se prepara y mucho menos lo asume con plena conciencia en su corta existencia. Morir para nosotros humanamente es lo peor que puede pasarnos y todo porque dejamos de existir para siempre, y eso de por sí ya es un tragedia. Ante tal realidad vista humanamente cruel existen a mi parecer dos cosas que en la óptica de la Fe y la Esperanza en la persona de Jesús, el Hijo de Dios, el Mesías, nos son posibles para rescatar de tal misterio algo que nos ayude a vivir sin perder el horizonte, aun ante  realidad de la muerte, el cual, es despiadada, efectiva y necesaria de comprender como el último acto que humanamente realizamos sobre la faz de la tierra. Ser Bueno para Ser Feliz . Aquí radica la razón y el sentido profundo de la existencia humana, en este

Nuestra Patria Colombiana hacen 207 años dio el grito de la Libertad, de la Independencia y todo para ser una Patria libre de la opresión y del dominio que le impedía desarrollarse como Estado autónomo y soberano, pero durante 207 años después de ese grito soberano de Independencia, hoy tan tracendental y significativo estruendo de libertad, sigue ahogándose sin tener fuerza emancipadora en la sociedad de hoy debido a las aberrantes acciones que siguen esclavizando a nuestros pueblos, a los mas apartados de las grandes metrópolis de cemento, do nde la indiferencia y la exclusión son el pan de cada día en todos los contextos sociales. Necesitamos ser libres de la Corrupción Estatal, de la exclusión social concentrada en la conciencia colectiva, de la Política mal interpretada, mal intencionada y egoísta de sectores políticos que se adueñan del los recursos del país y manipulan a los descartados socialmente; a la vez, urge la ruptura del dominio de una oligarquía de derecha y d