EN EL MARCO DE LA CELEBRACIÓN MUNDIAL POR LA PAZ, UN LLAMADO A LA SOCIEDAD CIVIL ANTE LA REALIDAD QUE VIVE EL MUNICIPIO DE SINCELEJO Y EL DEPARTAMENTO DE SUCRE.

Como miembros de la Sociedad Civil y de la Iglesia Católica, siendo congruente con la tarea del construir la paz en el territorio del departamento de Sucre, a la luz de la promoción y la defensa de los DDHH, la equidad de género, la búsqueda de la justicia social, el promover el perdón y la reconciliación como camino de trasformación, y la tarea pedagógica del empoderamiento político desde una concienciación ciudadana dentro del territorio, manifestamos nuestra inmensa preocupación frente a las actuales circunstancias que vive el municipio de Sincelejo, lugar donde se han venido intensificando una degradación política y social, haciendo de este territorio un lugar marcado por la desconfianza he inoperancia institucional, la pobreza, el irrespeto al derecho privado, la desconfianza como ciudadanía, y la marcada  cultura de la muerte y la no defensa de la vida humana, a la que, nos hemos acostumbrado socialmente a vivir; una contradicción para la construcción de la Paz. 
 
Lo anterior es posible contemplarlo a partir de situaciones que llevan al deterioro de la calidad de vida de muchos sincelejanos y sincelejanas; si bien, después de la pandemia, según el DANE en el trimestre de mayo – julio de 2022, la capital del departamento ha sido uno de los que ha crecido fuertemente en desempleo he informalidad a nivel nacional, no existen fuentes de trabajo dignas y estables especialmente para jóvenes y mujeres, generando enormes dificultades con las que se desarrolla el crecimiento integral de muchas familias sincelejanas. Preocupa las prácticas de invasiones a terrenos privados, irrespetando así el derecho a la propiedad privada que rige en la constitución del 91, tal practica evidencia los altos niveles de pobreza, muchas familias no cuentan hoy con un techo digno donde vivir ya sea porque han sido desalojadas en sus alquileres, o porque demográficamente Sincelejo crece sin un ordenamiento territorial claro y equitativo; esta situación convierte a los pobres en actores de violación de derechos, realidad que agudiza los problemas sociales en una gran magnitud, siendo esto una bomba de estallido social para el municipio de Sincelejo y el departamento de Sucre; una contradicción para la construcción de la Paz. 
 
Frente a esta realidad de pobreza, se suman las acciones delincuenciales generadas a través de los robos a mano armada, los asaltos indiscriminados a transeúntes, viviendas, al comercio, etc. Situaciones que conllevaron a los múltiples homicidios (casi un centenar lo que va del 2022) de ciudadanos inocentes a los que no se les respeto la vida como derecho fundamental. Pareciera que institucionalmente y como ciudadanía nos hemos acostumbrado aterradoramente a vivir así, hoy no se encuentra el amparo seguro en las instituciones, la administración municipal, la dirigencia política del departamento y la sociedad civil viven un silencio perturbador que puede estar generando desesperanza en los ciudadanos; una contradicción para la construcción de la Paz.  

Por otra parte, es inmensamente preocupante la inestabilidad jurídica del actual alcalde de los sincelejanos, aterra la desconexión muchas veces de los funcionarios de la administración local y la mudez ensordecedora de los concejales del municipio de Sincelejo y de los diputados del departamento, sus voces son casi que nulas o sesgadas frente a la realidad social y política que vive hoy el municipio y el departamento; esto siempre le ha hecho daño al territorio sucreño; una contradicción para la construcción de la Paz. 
 
Todas estas preocupaciones, nos llevan atrevernos a exhortar y hacer un llamado de atención a toda la sociedad civil del municipio de Sincelejo y del departamento de Sucre, para que desvestidos de los privilegios mezquinos he intereses políticos, estructuremos un frente común organizado y con unidad en los argumentos jurídicos elevemos seriamente la voz profética de protesta social y de trabajo colectivo ante los estamentos gubernamentales del municipio, del departamento y de la nación, por la defensa de la vida y por la estabilidad política del municipio, para que se reconstruya la confianza con las instituciones como la Policía Nacional, el Concejo Municipal, la Asamblea Departamental y la misma Sociedad Civil; se necesitan de instituciones  que sean creíbles no solo en sus discursos sino también en su responsabilidad política y administrativa ante el clamor de los ciudadanos. El municipio de Sincelejo pareciera que no tuviera gobernabilidad institucional y preocupación ciudadana. Sincelejo debe ser aquella tierra donde la tranquilidad de sus calles, la amabilidad de su gente y la alegría de sus jóvenes no sean interrumpido por la barbarie de la violencia y el amedrentamiento de unos pocos; que no nos roben la esperanza de la paz ante la existencia del oscuro panorama que atenta contra la vida, el desarrollo integral y la estabilidad política; una contradicción para la construcción de la Paz. 
 
Invito a la ciudadanía, a la sociedad civil, a los lideres comunitarios, a los lideres de comunidades diversas, a los académicos, a las iglesias cristianas evangélicas, a la Iglesia católica del departamento, todos y a todas para que con ayuda de organismos internacionales, y del propio gobierno nacional, busquemos salidas objetivas y claras para frenar esta cultura de la muerte que hace difícil el fortalecimiento de una cultura de la vida, donde todos podamos vivir en paz y en la construcción de una ciudadanía donde los derechos y los deberes sean respetados unánimemente. 
 
No se puede hablar de construir la paz, cuando se está en contradicción al no hacer nada por aquello que obstruye la construcción de la Paz.


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