No basta encarcelar a los de cuello blanco por los actos corruptos que desangran las regiones, es fundamental desmontar de esta sociedad ‘la cultura del engaño’ que se evidencia en actos de corrupción que van desde los actos mínimos realizados en la cotidianidad de nuestra vida; para esto se necesita trasforma la conciencia individual y colectiva que permita trabajar de manera integral el sentido de la Justicia, el Respeto por los bienes de la comunidad, la responsabilidad por ayudar a los pobres y actuar siempre con la vedad; lo anterior no es una novedad. 

El problema está, en que seamos conscientes que nosotros debemos empezar hacer tal trabajo para no caer en la corrupción.  

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