Dentro de nuestra autonomía existe la libertad de poder decidir lo que queremos ser y hacia dónde pretendemos llegar, para ello cargamos el peso de la historia que viene de los antepasados y del presente que vivimos, esto será solo una referencia para saber decidir sobre el mañana que se busca alcanzar. Ahora bien, nadie tendrá responsabilidad de las decisiones que lleguen a frustrar el camino de tal realización humana, aunque arduo sea el camino, siempre habrá una alternativa que llevará a escudriñar lo que buscamos.

Nadie tiene culpa de nuestros fracasos, a nadie se le puede adjudicar los éxitos, en algún momento alguien se hace compañero, amigo, hermano, y/o amante dentro del camino existencial, los cuales, están para impulsarnos en nuestras conquistas, pero habrán otros que como demonios se apoderarán de nuestra libertad y asfixiarán la existencia y de paso los sueños humanos.

Es necesario discernir, tomar decisiones acertadas y avanzar en la búsqueda pero siempre teniendo en cuenta que somos los responsables de nuestra construcción existencial y de ello depende la transformación de los entornos sociales que nos interpela siempre una respuesta concreta.

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