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EN LA PANDEMIA NO HAY ANULACIÓN DE LA INTERACCIÓN DE LO HUMANO.

En la pandemia no hay anulación de la interacción de lo humano.  Es asi como los momentos oportunos son para entrar en el fortalecimiento de las verdaderas y auténticas Relaciones Humanas son las que se construyen no solo en medio de la distancia, sino, en medio de las crisis. Hoy por hoy no debe suponer que exista un distanciamiento humano por la lejanía de la misma; aunque existe el concepto del "aislamiento social", este no supone ni asume una forma contundente de aislamiento humano, el cual, rompe de tajo con la dinámica constructiva de la existencia,  es decir, aunque se revele el asilamiento caporal (en el cual estamos) las interacciones que humanamente tengamos desde el dialogo verbal y escrito, trasmiten lo que somos y lo que hay de autentico en nosotros; pues que necesita seguir permaneciendo y debe seguir desarrollándose para nuestro proceso integral (humano/espiritual/afectivo/mental), y edificación de lo social que continua generando desarrollo y crecimiento.

Y SEGUIMOS...

Seguimos estando en la Colombia que no logra transformar su conciencia histórica y social, más de cinco décadas de guerra con un acuerdo de paz por implementar (que no avanza) no han bastado para superar las barreras de las brechas históricas de la peor pandemia: la pobreza que ante una riqueza mínima se fortaleza y se hace indolente; no se ha sido capaz de aplanar los odios y los amores que nos mantienen divididos y nos acribillan como animales sin importar nuestro destino, ahora que al enfrentarnos a una pandemia invisible y que de paso ya ha cobrado en pocas semanas más muertos de los pronosticado, ciertamente no ha servido de mucho aunque aparente ser lo contrario; todo porque esto en vez de volvernos una sociedad masificada hacia lo sensibles y lo humano, con disponibilidad y apertura para trabajar por transformar partiendo de una solidaridad colectiva menos religiosa y más pragmática en la Fe, lo que ha llevado es a endurecer su presencia odiosa y ambiciosa ante lo interpelante;

JUZGAR, CONDENAR Y NO PERDONAR, INCAPACIDADES HUMANAS, RIESGO EN EL CAMINO DE HUMANIZACIÓN Y EDIFICACIÓN RECÍPROCA.

«Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrá en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá.» (Lc 6, 36 – 38) En la(s) lucha(s) de finales de siglo pasado y del presente bajo el paragua de un discurso por la emancipación y una exigencia del respeto a las autonomías humanas, sigilosamente se está tratando de establecer una actitud de rechazo social a todo lo que exija un “comprometerse con la edificación de las estructuras sociales” donde se tengan garantías de derechos y responsabilidades hacia deberes para el salvaguardar un desarrollo humano y social de manera integral y equilibrado. Por eso, todas las instituciones (como la Iglesia, el Estado, la Política, la Familia, las Normas y demás) que impliquen el acatamiento del deber por y para beneficio de otros se encuen

REEDUCAR Y NO DIVIDIR DESDE UN CONCEPTO IDEOLÓGICO DE MUJER, SINO DESDE EL ARGUMENTO; HOMBRE – MUJER, IGUALDAD Y COMPLEMENTARIEDAD.

Las ideologías desde el siglo XX han querido siempre (en su letra menuda) condicionar con  mayor fuerza al ser humano en su identidad y en los elementos integradores de su esencia humana, pero también desde su identidad crear argumentos que lo lleven a basar relaciones y compromisos de una realidad social que pueda modificar las bases estructurales de todo un colectivo. Sobre esta base se fundamenta como centro la realidad humana dentro de una individualidad que busque siempre la vivencia y exigencia de los derechos, llamando a concienciar el asumir los deberes correspondientes en la edificación de la sana convivencia y al respeto del otro. Pero este criterio de individualidad se descontextualiza cuando se enfoca al sujeto a un desarrollo integral y estructural sin tener repercusiones colectivas, es decir, buscar ser centro importante sin tener responsabilidades o tratar de evidenciar un interés, pero que en el fondo siempre será una lucha de tener y mantener el poder absolutista

HACIA UNA CONVERSIÓN QUE PERMITA TRASFORMAR Y GENERAR NOVEDAD.

La cuaresma no puede ser algo mas de lo mismo, cada año es un llamado novedoso que invita a todo creyente hacia un camino de verdadera conversión, esta no se centra solo en pecados morales de índole sexual (genital), sino de los pecados que destruyen fuertemente el sentido y la trascendencia de lo humano y que tiene en vilo a la historia; un fuerte pecado que sigue generando entre nosotros el  sin sentido de la existencia, la falta a la compasión y de misericordia por los que sufren y se sienten marginados ante el pecado social, el gran desinterés ante los sufrimientos humanos marcados por la injusticias sociales y la abertura más amplia de los que tienen y pierden su vida y de los mueren por no tener para subsistir, aquellos que tienen en peligro su vida, en el antes de nacer, en durante de vivir y en la recta final de su caminar hacia el buen morir, y sobre todo, un pecado que se  confina en  la hipocresía religiosa que aleja del verdadero Amor de Dios y del servir a los demás,