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JUZGAR, CONDENAR Y NO PERDONAR, INCAPACIDADES HUMANAS, RIESGO EN EL CAMINO DE HUMANIZACIÓN Y EDIFICACIÓN RECÍPROCA.

«Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrá en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá.» (Lc 6, 36 – 38) En la(s) lucha(s) de finales de siglo pasado y del presente bajo el paragua de un discurso por la emancipación y una exigencia del respeto a las autonomías humanas, sigilosamente se está tratando de establecer una actitud de rechazo social a todo lo que exija un “comprometerse con la edificación de las estructuras sociales” donde se tengan garantías de derechos y responsabilidades hacia deberes para el salvaguardar un desarrollo humano y social de manera integral y equilibrado. Por eso, todas las instituciones (como la Iglesia, el Estado, la Política, la Familia, las Normas y demás) que impliquen el acatamiento del deber por y para beneficio de otros se encuen

REEDUCAR Y NO DIVIDIR DESDE UN CONCEPTO IDEOLÓGICO DE MUJER, SINO DESDE EL ARGUMENTO; HOMBRE – MUJER, IGUALDAD Y COMPLEMENTARIEDAD.

Las ideologías desde el siglo XX han querido siempre (en su letra menuda) condicionar con  mayor fuerza al ser humano en su identidad y en los elementos integradores de su esencia humana, pero también desde su identidad crear argumentos que lo lleven a basar relaciones y compromisos de una realidad social que pueda modificar las bases estructurales de todo un colectivo. Sobre esta base se fundamenta como centro la realidad humana dentro de una individualidad que busque siempre la vivencia y exigencia de los derechos, llamando a concienciar el asumir los deberes correspondientes en la edificación de la sana convivencia y al respeto del otro. Pero este criterio de individualidad se descontextualiza cuando se enfoca al sujeto a un desarrollo integral y estructural sin tener repercusiones colectivas, es decir, buscar ser centro importante sin tener responsabilidades o tratar de evidenciar un interés, pero que en el fondo siempre será una lucha de tener y mantener el poder absolutista

HACIA UNA CONVERSIÓN QUE PERMITA TRASFORMAR Y GENERAR NOVEDAD.

La cuaresma no puede ser algo mas de lo mismo, cada año es un llamado novedoso que invita a todo creyente hacia un camino de verdadera conversión, esta no se centra solo en pecados morales de índole sexual (genital), sino de los pecados que destruyen fuertemente el sentido y la trascendencia de lo humano y que tiene en vilo a la historia; un fuerte pecado que sigue generando entre nosotros el  sin sentido de la existencia, la falta a la compasión y de misericordia por los que sufren y se sienten marginados ante el pecado social, el gran desinterés ante los sufrimientos humanos marcados por la injusticias sociales y la abertura más amplia de los que tienen y pierden su vida y de los mueren por no tener para subsistir, aquellos que tienen en peligro su vida, en el antes de nacer, en durante de vivir y en la recta final de su caminar hacia el buen morir, y sobre todo, un pecado que se  confina en  la hipocresía religiosa que aleja del verdadero Amor de Dios y del servir a los demás,

RE-APRENDER Y CONCIENCIAR HACIA LA ACTITUD DEL SERVICIO

Los seres humanos tienen la facultad de trabajar con ahínco por su realización plena, se posee las características que internamente proporcionan las motivaciones y las propiedades para ir alcanzando los propósitos planteados a mediano y largo plazo según sea lo planteado en el proyecto de vida.  Atenido a esto es necesario revisar permanentemente dos preguntas concretas: ¿Cuáles son las motivaciones internas? ¿Hasta dónde se está dispuesto llegar por el beneficio común? Tales preguntas resultan imperiosas realizar ante las realidades circundantes de un mundo en las que cada día se tienen que sortear o dejarse llevar. Frente a esto, dos caminos: el bien común como una realización plena y/o el bien individual como camino de una realización lejos de las exigencias colectivas. Por ende, es necesario en el tiempo de construcción, plantear la pregunta sobre el « ¿De qué se discute por el camino?» (Mc 9,33) ya que las discusiones que hoy se originan no están acordes a las urgencias del c

LA PAZ, EL DESARROLLO SOCIAL Y LA PROTECCIÓN DE DERECHOS, UN TRABAJO MUY LENTO DE ASUMIR EN LA CONCIENCIA SOCIAL DE LA COLOMBIA DE HOY.

Cuando se piensa en la necesidad de tener un país distinto como el nuestro, es necesario considerar  las formas del como  se deben construir las dinámicas que se necesitan dentro de cada estructura social, examinando las visiones que se disponen como caminos hacia el desarrollo y que son dadas en el marco de una política de Estado; pero a la vez, de los deseos que los conciudadanos asumen como criterios para el desarrollo integral de sus entornos. Si bien, aunque sea corto el planteamiento, Colombia se mueve dentro de tres aspectos importantes: (1)   La construcción de una Paz que marque el fin de un conflicto armado que está desde hace más de 50 años, pero que continúa su mutación diligentemente.  (2)   La necesidad de seguir avanzando en un desarrollo progresivo de carácter económico he industrial que plantee y garantice acciones de justicia social desde un marco de equidad empezando por los más pobres.  (3)   El respeto a los  DDHH  el cual, promueva y custodie los derechos