POLICÍA Y CIUDADANÍA
Cualquier crítica que hoy se realice frente a los hechos ocurridos en Bogotá y parte del país, ante el abuso de la policía nacional de Colombia y el enojo colectivo, lleva a pensar muchas cosas desde diferentes ámbitos, pero ciertamente hay elementos muy esenciales que deben asumirse con determinación corto y mediano plazo para recuperar credibilidad y confianza:
(i) Desde la Sociedad Civil y la ciudadanía, debe darse una exigencia respetuosa, una argumentación para el diálogo y un acompañamiento para trabajar con las instituciones en la búsqueda de una transformación en su interior, donde cimentadas sobre un humanismo y cimientos de civilidad, estas estén más al servicio de lo humano y lo constructivo colectivo y no a los intereses de gobierno.
(ii) El Estado como el garante de una Sociedad de Derechos y promotor de Deberes, tome seriamente, anulando los intereses políticos de extrema y los elementos oligárquicos, la tarea de liderar procesos a fondo que permitan la transformación en las instituciones, para que, cese el autoritarismo, la corrupción, la inhumanidad hacia los más débiles, y el seguir a espaldas de los problemas de la ciudadanía.
(iii) Como sociedad estamos llamados a respetar a las instituciones, asumiendo nuestros deberes como ciudadanos y dándoles el lugar que se merecen dentro de la estructura social; pero también, en exigirle a quien la representa, el total ejemplo de autoridad que permita el respeto, la obediencia, y a la vez, una gran respaldo; todo esto, partiendo de la exaltación de la Dignidad Humana, del Valor y de las garantías de derechos que, como ciudadano, seres humanos, personas, tenemos y deben respetarse y promoverse.
Comentarios
Publicar un comentario