Fe y Esperanza en este nuevo cuatrienio para nuestras regiones.

La Fe y la Esperanza son dos grandes virtudes que encienden los ánimos y las ilusiones humanas y que permiten de manera responsable forjar la conciencia y el construir renovadas acciones que lleven a la trasformación de realidades concretas y del compromiso colectivo que hace a la historia.
Sobre estas elecciones y sabiendo quienes gobernaran desde las distintas corporaciones, se aviva más la Fe y la Esperanza primeramente por una renovada política que debe permitir en este nuevo cuatrienio ver cambios de estructura y de acciones donde el quehacer de la política pública responda a las urgencias en materia de Justicia Social, de Educación y Cultura, del derrotar la corrupción, y de generar trasformación y desarrollo integral de manera local y regional.
Tal tarea no es solo de quienes gobernaran; como ciudadanos de Fe y de Esperanza cimentados en los principios cristianos contenidos en el Evangelio y edificados juridicamente sobre los argumentos del poder constituyente del 91, estamos llamados aportar a esta bálsamo esperanzador para nuestra región; no se puede tener un espíritu crítico y constructivo desentendiéndose siempre de la realidad que interpela.
Asumase el llamado social y las herramientas juridicas que nos hacen ser veedores de las políticas públicas de nuestros territorios, es hora de dejar el importaculismo, el clientelismo, el avivamiento, la mediocridad y la hipocresía religiosa, política y social que nos daña; escapemos del silencio público que nos hace caer siempre en el pecado de omisión frente a todo aquello que sabemos que sucede pero que no decimos ni hacemos nada; es necesario tener y asumir la voz profética que revele lo dañino para nuestra región y lo oportuno para su desarrollo; el cristiano debe trascender más allá del plano de lo religiosos-cultual, lastimosamente no se ha entendido tal situación y los que decimos llamarnos cristianos somos tambien responsables directos de lo que nos sucede a nivel politico, economico y social y que ha enterraddo a nuestro departamento tanto que no en los medios nacionales somos atractivos mensionar. Se debe salir del atrincheramiento en que se vive de manera individualista olvidando lo que nos rodea y lo que nos interpela en el proyecto de vida diariamente.
Que este cuatrienio político desde los territorios, este acompañado por la veeduría ciudadana activa y responsable, que con aporte colectivo y visión de unión y progreso, se tenga la capacidad de seguir construyendo un mejor departamento y unos mejores territorios, para que así nuestra tierra brille y sea cada vez más atractiva, como lo es: la perla de la Sabana.

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