LAS RAZONES DEL PORQUE DEBEMOS SER DIFERENTES SIEMPRE A LOS ESTEREOTIPOS DE LA SOCIEDAD.
Muchos
se preguntaran, ¿Por qué ser diferente? si por naturaleza somos diferentes. Quizás
se podría tener razón frente a esta afirmación, ya que, cada uno de nosotros
posee una propia individualidad y con ella se construye una propia identidad,
horizonte, proyecto, camino, en fin, una autonomía propia que nos hace ser una
persona única e intransferible. Pero aunque parezca extraño, aun en medio de
nuestra propia individualidad, se corre el peligro de no ser tan autónomos. En
un mundo contextualizado sobre las bases de unas ideologías que proponen una serie
de etiquetas únicas en su proyección y vivencia, se plantea la idea de caer en
esa mismas etiquetas que nos llevan a parecernos de manera comportamental casi en
todo, es decir, el medio nos etiqueta en el comportamiento social guiado
siempre una línea y muchas veces en base a esas propuestas queremos asumir
estilos de vida, con el fin, de estar en lo “in” y estar lejos de lo “out”, lo
cual, atenta contra la autonomía que nos hacer ser seres únicos e irrepetibles
en nuestra naturaleza humana.

Por ende,
se necesita que seamos diferentes frente a un ambiente donde las resistencias
al bien y a la construcción de sentido se vuelven cada vez más complejas y más arduas.
Ese ser diferente al igual que nuestra propia identidad, crea en nosotros una
identidad que marca un estilo de vida dentro de toda comunidad, ese valeroso y
comprometido estilo de vida que ha de ser un estado ha de asumirse con plena
convicción luchando sin dejar manchar la transparencia que en su interior lleva.
Pero ¿Por
qué necesitamos ser diferentes en nuestros tiempos?
1.
Porque
hemos olvidado algunos principios que son propios de nuestra naturalidad he
interacción con el otro. Existe algo que nos vincula con el Creador y la
Historia que se convierte en espacio creativo para que nosotros como seres creativos
tengamos la fuerza de cooperar con el acto de crear. Este acto de crear no
termina con el acto creativo de Dios, este se traslada hacia cada uno de
nosotros y es allí que iluminados con su acción creadora nosotros somos también
creadores.
2.
Se
necesita ser diferente porque hace mucho tiempo que nos hemos separada de las
bases, y hemos mal interpretado lo que Dios nos ha concedido. El Creador nos
vincula a su creación, pero nosotros hemos caído en el error de romper con
dicho vinculo, por causa de nuestra poca comprensión, escucha y aceptación de
lo hemos sido cargados, construyendo así el vacío humano cuando nos despojamos
de lo dado por el creador (Cfr.: Gn. 3, 1-17) este acto humano desafiante y
vacío nos lleva a crear otro camino, que a través de la desobediencia prolonga
nuestro distanciamiento de lo que realmente
es nuestra vocación en cuanto a Ser y nuestra misión de Hacer. Esto perjudico
la conciencia humana y fuimos llevados a la destrucción de lo que dentro de la
historia a de construirse: el bien común que vincula a Dios y a los hombres.
Para concluir
creo fundamental plantear tres razones que
considero relevantes, ante dicha ruptura de las sociedades contemporáneas, y a
la vez, visionan nuestra necesidad de retornar al vínculo original que nos
lleva siempre ser siempre diferentes ante tal propuesta des-vinculante del
hombre mismo:
·
Porque
somos excelentes Criaturas de la obra de Dios.

·
Porque
somos cristianos.
La vida cristiana tiene una gran importancia,
incluso durante la vida terrena; tiene importancia para toda la actividad
humana, para toda la convivencia social; para la familia, para la escuela, para
el trabajo, para la paz entre todas las clases sociales, entre las tribus,
entre las naciones; y promueve el bien por doquier: quiere la libertad, quiere
la justicia; se ocupa de los débiles, de los pobres, de los que sufren, y
también de los enemigos y de los difuntos; la vida cristiana, cuando de verdad
lleva a Cristo en el corazón, es como una fuente de bondad y de amor que
difunde el bien en torno a sí (cfr. Jn 4, 14).
·
Porque
somos responsables de la historia.
En cada
momento de nuestra vida la responsabilidad histórica siempre cae sobre nosotros,
pues es nuestra tarea la de provocar espacios, medios, herramientas que emitan
una fuerza hacia el desarrollo, un desarrollo de carácter integral. Este acto
de generar desarrollo surge desde una base: el sentido de convicción. Esta
convicción se desprende y se comprende como un acto propio del Creador quien
nos ha dado la misión de actuar. “Entonces
Dios los bendijo con las siguientes palabras: <<sean fructíferos y
multiplíquense. Llenen la tierra y gobiernen sobre ella>>” (Gen. 1,
28).
Por
ende, es por vocación que nuestra responsabilidad de crear la historia es tarea
que debe asumirse, es necesario llevar a cabo el acto de la vida hacia las bases
de ciertos fundamentos que integren, contribuyan y generen sentido y razón
hacia todos los demás hombres que como nosotros son parte de la creación en
donde el espacio y el tiempo son los lugares privilegiados para generar dicho. Por consiguiente todo desarrollo que es generado de dicho acto humano es
nuestra responsabilidad y no podemos escapar de ella. .Entonces debemos ser
diferentes porque en cada uno de nosotros poseemos la huella del Creador, el
compromiso del quehacer testimonial del amor que el Creador tiene hacia
nosotros, así nos lo enseño y nos selló por medio de su Hijo Jesús y nuestra
presencia en la historia y en el mundo nos vincula hacia la responsabilidad de
crear, de dar vida que se escribe en la historia con nuestro actuar, el cual,
contribuye el desarrollo humano.
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