Del próximo Plan de Desarrollo Nacional, más que una propuesta del nuevo gobierno, es una responsabilidad liderada por los ciudadanos en el territorio.
El Plan de Desarrollo Nacional de este gobierno será construido por todos nosotros los colombianos, cuestión que puede tener algo de novedad, pero que sigue el mismo ritmo que otros gobiernos han asumido colocando su propio sello cumpliendo así la Constitución del 91 en ese juego de roles entre la relación Estado y Ciudadanía. Ahora bien, de entrada esto no puede abarcar la actitud excluyente de una sociedad que cree que los destinos de los territorios están en manos de quienes les llaman ‘doctores’ o ‘toman wiski y se sienten incomodos cuando alguien no tan elegante los saluda tan efusivamente’; de hecho, el destino, el desarrollo y el crecimiento de nuestros territorios, de nuestras comunidades, están en las manos de cada uno de los que hemos asumido el rol de ser ciudadanos insertados en la realidad mismo de los territorios, característica que nos hace responsables de la edificación del crecimiento colectivo. Dos importantes categorías reflexivas están en juego en esta dinámica manc