A TODAS ESTAS, SIEMPRE A FALTADO ALGO: HUMANIDAD.
El Covid-19 en Colombia revela la realidad humana y social que siempre ha estado, siempre ha sido la misma, solo que con diferentes actores de desarrollo, pero siempre ha sido un mismo conflicto que lleva a la desigualdad, a la exclusión y a resaltar a los vivarachos de corbata o de a pie sin escrúpulos; de tal realidad, por años, nadie se había preocupado tanto de cuidarse como hoy por hoy se esta haciendo; han existido (sin crecer que eso tenga su fin) realidades tan complejas como el conflicto armado provocado por la guerrilla que en su máximo apogeo genero consecuencias nefastas que aun hoy no nos hemos repuesto; o situaciones como la matanza de los paramilitares en nuestras regiones, que aun tiene el olor y el fantasma de la muerte y no se levantan, o de la delincuencia común, de los atracos, las fuertes agresiones situadas en las periferias de las ciudades, y del abundante micro-tráfico evidenciada en nuestras esquinas por jóvenes que son utilizados para su distribución pero que se llevan de por medio su proyecto de vida; tales realidades siempre han estado, pero de ellas nunca nos encerramos, ni nos prevenimos tanto, ciertamente nunca hemos querido aceptarlas como parte de nuestra historia, ni mucho menos de querer tratar de transformarla, quizás porque, tal vez, los muertos no son de los nuestros; pero de la Pandemia, que es un virus que cuyo proceso demora unas semanas y que solo nos ha pedido el equilibrio basado en una sana conciencia ciudadana y en una atropelladora acción solidaria, nos a llevado a actuar muchas veces sin argumentos éticos y morales, y hasta con un individualismo que pone en riesgo nuestras relaciones humanas, empezando por la familia.
Pero cuando no hay equilibrio desde la responsabilidad autónoma y la conciencia ciudadana se cae en los mismos errores por los que siempre terminamos perdiendo lo mas importante y cediéndole el manejo del país a las instituciones que debería ayudar a encontrar el equilibrio para mantener la Justicia y la Convivencia, pero muchas veces la lucha centrada en una egolatría ideológica termina desvinculado a la sociedad de todas sus estructuras y llevándola a perder el sentido y la importancia de lo verdaderamente importante: el hecho de ser Seres Humanos y Hermanos.A TODAS ESTAS, SIEMPRE A FALTADO ALGO: HUMANIDAD
Tres razones por las que NO estamos manejando bien las cosas de manera individual y colectiva:
(1) El extremismo maquiavélico en el manejo de las cosas. Esto se miden en dos polos, EL RELAJO DE ALGUNOS porque se considera que no esta pasando nada o nada nos pasará, obviando y tomando distancia de los riesgos y olvidando todo sentido de responsabilidad por el bien de todos y personal; o LA ESQUIZOFRENIA APOCALÍPTICA DE OTROS, en donde el que sale a la calle es considerado y tratado como bicho contagiado del que tenemos que huir porque nos contagia, y del que tenemos que marginar hasta de nuestras habitaciones, ya que, es vector de peligro latente y que eso presupone que nos pone en peligro, hacia la muerte, puesto que se piensa que todos podemos morirnos de Covid.-19, porque no existen otras enfermedades actualmente.
Esto nos hacer ser ignorantes colectivos, y a la vez, consciente desintegradores de la unidad dada desde la familia y asumida en la "sociedad", resultado de un manejo desequilibrado y obsesivo denigrante de las cosas, que matan psicológicamente y/o porque las acciones que se realizan no tienen en cuenta la repercusión hacia los demás.
Esto nos hacer ser ignorantes colectivos, y a la vez, consciente desintegradores de la unidad dada desde la familia y asumida en la "sociedad", resultado de un manejo desequilibrado y obsesivo denigrante de las cosas, que matan psicológicamente y/o porque las acciones que se realizan no tienen en cuenta la repercusión hacia los demás.
(2) El aprovecharse de la ocasión para el interés poco común. Como siempre, ‘el vivo vive del bobo’, o como se dice históricamente, vivimos en la llamada: ‘Patria boba’; mientras muchos padecen, no solo de la pandemia y sus consecuencias, sino también del hambre, de la falta de empleo, de la falta de salarios dignos, de la falta de oportunidad de progreso, del tener que ver como los sacan de sus trabajaos, de la exclusión social y marginación selectiva, del ver como los banqueros hacen lo suyo, dando migajas a quienes los tienen robusto, del ver las migajas que caen al pueblo desde la mesa del Estado y tantas otras cosas como la precariedad de la Salud, de la Educación Estatal limitada por no tener un computador, un celular o un buen servicio de internet que tenga cobertura hasta lo mas recóndito de las veredas de nuestro departamento (pues la gente de las veredas no merece estar conectada al menos para estudiar), realidades sociales que no dignifican en nada, surge entonces la llamada “emergencia sanitaria nacional” como una política nacional, de las tantas que surgen, donde termina siendo un instrumento legal para que pocos, los llamados padres de la Patria y/o, los guardianes de lo que sagradamente es del pueblo respondan de manera responsables y honesta hacia el Bien Común, sean quienes saquen nuevamente el patrimonio y con patrañas amañen el mayor provecho y que hoy algunos han caído (vergüenza nacional, pero eso ya se olvido en la memoria olvidadiza de nuestro pueblo), y los que también hacen tramuños de diversas clase para robar lo poco que otros tienen olvidándose así del dolor que padecen los mas pobres y desprestigiados. todo esto hace entender que mas allá del llamado de Unidad y Solidaridad para salir adelante, solo se nos olvido algo, lo mas elemental: Humanismo. Porque con hambre, sin dinero, con deudas, decepcionado de las promesas de gobierno y engañado en este país nadie progresa; pero estamos en el país del Sagrado Corazón de Jesús.
(3) El Individualismo desobediente. Consideremos que este asunto tiene dos razones, una justificada, y la otra indolente; la justificada, un ejemplo lo explicaría, ese padre de familia que tiene mujer, he hijos y que no tiene como brindarle algo de comer, y que tiene un instrumento de trabajo (una moto, una carrera, un caja de dulces, una guitarra) y le toca ‘salir ó salir’ para poder conseguir algo con que comprar comida, ya que el súper aporte del gobierno, solo le alcanzo para tres días (y llevamos mas de 60 días en esto), eso impulsa a tener que hacer algo aunque toque infringir la ley y salir corriendo ante el cualquier asomo de nuestros honorables policías que algunos se pasan de autoritarismo ya que les falta "al menos ser un poquito mas diplomáticos" para llamarle la atención a los ancianos (que dilema moral y ético en esto, pero la realidad es otra que poco se intenta trasformar), ante todo esto, en este país de la Heroica Cartagena, pero con cuatro barrios marginales cerrados, es necesario subsistir; pero el otro panorama esta en el individualista indolente, ese que creyéndose hijo del gerente de la empresa de no se donde, o miembro del estrato mas alto rango de poder en este país, o el gamonal del pueblo o de las ciudades capitales, hace lo que le venga en gana y nadie le puede decir nada, (mas que hacerle venia, y amén); ya que solo le interesa su disfrute olvidándose de los que de verdad sufre; desobedeciendo la ley ¿Por qué no saben quien es él?. A esto le falta Humanismo.
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