MÁS QUE FELICITAR HOY, ES MEJOR SEGUIR TRABAJANDO…

Lo que el 8 de marzo se conmemora es lo que, dentro de una sociedad como la nuestra, que busca ser consciente, madura y libre, está llamada a alcanzar dentro del paradigma de justicia social que involucre la equidad, el bien común, la igualdad; argumentos donde hombres y mujeres arropados por el concepto de Seres Humanos encuentren el equilibrio que los haga complementos para un trasformar y el construir el desarrollo mismo de la historia humana. No se necesita celebrar para asumir lo que por naturaleza y derecho se tiene que ocupar; pero bien sabemos que la historia humana siempre vive en el estado del desequilibrio haciendo injusta las cosas y poniéndonos a considerarnos diferentes, superiores – inferiores, más – menos, donde somos de la misma especie que una sin la otra no pueden existir.

Por ende, hoy 8 de marzo es un día para remembrar la historia, esa que cargada de una antropología y de una sociología de lo femenino nos hace entender que en las luchas y construcciones humanas tanto mujeres como hombres poseemos las mismas capacidades integrales para lograr un propósito que permita dignificar la existencia misma; pero también en medio dicho contexto es necesario reconocer hacia la mujer tres cosas:

(1) Un Perdón histórico y actual. Si la historia las instrumentalizado, las ha relegado y ha minimizado su capacidad, es porque se ha querido mantener el obsoleto paradigma de superioridad, lo cual, ha hecho daño tanto a la realidad de la mujer, como a su capacidad humana para aportar, seguir manteniendo tal actitud sigue siendo un grave error histórico.

(2) Un Respeto renovado. Hay que asumir que existe una Dignidad, un Sentido, una Trascendencia y una capacidad Integral que hace posible que la mujer no mendigue su lugar, el lugar siempre ha estado y eso debe dársele, por ende, no se debe deslegitimar y desconocer dentro del contexto humano y social en que nos construimos todos su valioso papel.

(3) Una seria construcción de Igualdad social. Sobre esto, las luchas enarboladas por la mujer han permitido abrir espacios, pero aún hoy dichos espacios en el tiempo y en la historia siguen siendo reducidos para permitirle que su aporte transforme y edifique la historia.

Más que felicitar a la mujer, es ver en ella la tarea y la responsabilidad humana y social que se tiene, la de seguir aportando por una Igualdad, una Complementariedad y un Respeto íntegro que la debe hacer parte de la humanidad, porque siempre ha estado en ella; si estos tres argumentos no están dentro de los paradigmas de una sociedad actual, que solo se masifica desde la educación de Principios y Valores morales-éticos, seguiremos teniendo lamentables hechos que ponen en riesgo la integralidad de la existencia femenina; como aporte para la levantamiento de la historia humana de la que tu y yo hacemos parte en este momento, hoy es un día más que felicitar, es trabajar por lo que sigue faltando, para que todos nos veamos iguales y necesarios.