PENSAMIENTOS ECLESIALES. Una reflexión teológico social de la realidad colombiana.

Después que éramos el departamento sin contagios (algo que jamás creí), hoy buscan declararlo en alerta Naranja por el incremento de los contagiados y de los numero de muertos que van en aumento cada día; esto manifiesta el grado de gravedad de la situación, que se esta saliendo de control, que nadie sabe como hacer, que hay mucha desinformación, temor, miedo, imprudencias, desconcierto, autoritarismo, engaño, pero a la vez una Fe y una Esperanza que por momentos flaquea especialmente de los que perdieron sus puestos de trabajo, sus pequeños negocios, y quienes por su extremadas rigurosidad han puesto en peligro las relaciones familiares ya que todos somos signos de sospecha; ya la sospecha no es mental, sino presencial; no te puede dar un resfriado porque eres posible caso de covid-19, tan peligro te vuelves que te encierran como cual preso, o en el peor de los casos  te entuban. Ciertamente todo esto tiene unas causas que, aunque son globales algunas, otras son nacionales, pero o

Inquieta mucho pensar que el Covid-19 ha sido tan fuerte en Colombia que ha desterrado por completo las patologías de otras enfermedades ya existentes y en evolución de los paciente; suena tan extraño que ya no se escuche que murió de cáncer, de un paro, o de un tumor, o de cosas extrañas, casi todos (incluyendo niños-as) mueren de esa pandemia; por otro lado, han preparado a las clínicas y hospitales para atender solo a los que supuestamente están infectados, o los que están de hecho. Siendo así, da miedo entonces ir a un lugar de esos en este momento. Pero también da miedo pensar en morirse hoy, porque yo un hombre sano ("eso creo") me decretaran que morí por ese vicho todopoderoso y desterrador de otros males en el cuerpo humano mandándome al horno de las funerarias y entregandole a mi familia en una bolsa negra mis cenizas; todo disque pos salubridad. O será que existe algo mas que eso… Pero NO, el Covid-19 es fuerte para matar y hacerla pasar como su victima a la g

Como oportunidad el Covid-19 ha revela lo que colateralmente ha fortalecido de manera negativa a su paso: 1. Las injusticias sociales que siempre han existido y reflejados de el atropello a los más debiles. 2. Los marcados problema sociales y económicos que dejan mayores víctimas, que son más evidentes y más claras. 3. La corrupción política que se ha descarado plenamente, olvidándose del dolor y la poquedad de los más pobres. 4. La Ignorancia Social como producto de una frágil educación en los principios y los valores que solo es posible desde una formación Moral y ético. Pero es fundamental admitir que obre estas bases existe una gran oportunidad para una re-interpretación del país que se quiere seguir construyendo. La pandemia además de las muertes y las posibles manipulaciones de los datos, socialmente también dejara pobreza, recepción y dependencia; estas situaciones necesitan de las atenciones posibles para crear argumentos y criterios para frenar una lucha socia

El Covid-19 en Colombia revela la realidad humana y social que siempre ha estado, siempre ha sido la misma, solo que con diferentes actores de desarrollo, pero siempre  ha sido un mismo conflicto  que lleva a la desigualdad, a la exclusión y a resaltar a los vivarachos de corbata o de a pie sin escrúpulos ; de tal realidad, por años, nadie se había preocupado tanto de cuidarse como hoy por hoy se esta haciendo; han existido (sin crecer  que eso tenga su fin) realidades tan complejas como  el conflicto armado provocado por la guerrilla que en su máximo apogeo genero consecuencias  nefastas que aun hoy no nos hemos repuesto; o situaciones como  la matanza de los paramilitares en nuestras regiones, que aun tiene el olor y el fantasma de la muerte y no se levantan, o de la delincuencia común, de los atracos, las fuertes agresiones situadas  en las periferias de las ciudades, y del abundante micro-tráfico evidenciada en nuestras esquinas por jóvenes  que son utilizados para su distribució