EN TIEMPOS DE "CRISIS" UNA SALUD INTEGRAL A ESTILO TRÍPTICO.

Decir que “estamos crisis” no será siempre una novedad, el ser humano desde los comienzos de su propia existencia y en el desarrollo de la historia misma, percibe unas exigencias continuas de cambios que le permiten ubicarse en la realidad y desarrollar acciones que respondan a esa realidad, esto exige varios traslados que den no solo acomodamientos a su adaptabilidad integral, sino también, el saber enfrentar y el tener equilibrio a su relación con el entorno que le interpela y que le permite en cierta manera desarrollarse existencialmente; no siempre es fácil el proceso, pero requiere de sus capacidades para lograr el propósito.

Ahora, existen todo tipo de crisis, y estas pueden ser desde pequeñas o de grandes magnitudes, pero será la forma del como se asuma y del como se le de la respuesta, es “la respuesta”, la fundamental razón para avanzar en el camino constructivo de la misma existencia que exige cotidianamente avanzar hacia adelante, no hay un caminar en reversa, la vida requerirá de ir en dirección que identifique crecimiento, progreso, cambios, rupturas, identidades, evolución, y entre una y otro, se presenta la crisis como medio de logro para desacomodar y acomodar la existencia de manera progresiva; ahora, “la respuesta” nos identifica el como caminaremos, en una crisis nos podemos volver mejores seres humanos, o de cierta manera, nos podemos volver perversos y destructores, en una crisis o decidimos avanzar, o quedarnos estancados con una mentalidad de fracaso y frustración que nos acompaña en toda la existencia afectando a los que caminan con nosotros.
Por ende, en su mayoría las crisis estas influenciadas o suscitadas por nosotros mismos, soy quien genero una “la respuesta” que se da en la libertad y que estas condicionan el acontecer y las relaciones.  Cuando se esta en la “crisis”, es porque algo necesita ser cambiado, lo cual, será benéfico para nuestra individualidad, y desde le manejo y los resultados, también le será beneficioso al entorno donde surte nuestra presencia. Ahora las “crisis” que genera una “respuesta en libertad y en beneficio” son vinculantes, es decir les permite a otros también de manera colaborativa no quedarse rezagados en el camino de la historia que les interpela.  
Ahora bien, toda “crisis” requiere un de un trabajo en lo individual y en lo colectivo, lo cual, permita edificar la respuesta que muchas de ellas deberán ser edificadas de manera colaborativa, ya que, individualmente no todo es posible lograrlo. Esto requerirá de una disposición para Concienciar (aceptar, conocer, entender, argumentar) y Empoderar (hacer praxis para renovar) que lleve a traslado de lo que se busca como una novedad de eso que ya viene perdiendo vigencia a nivel del individuo y de la sociedad.

Tal trabajo autónomo y colectivo para la trasformación de toda crisis presentada en el entorno, necesita de tres elementos que han de ser argumentos para “nuestro saber enfrentar con equilibrio y visión”.  Si bien se comprende que en estos momentos de complejidades que trae consigo la realidad de la pandemia, se necesita un buen manejo; si bien, esto varia de acuerdo a la edad de cada uno de nosotros, pero también al tipo de constitución integral en la que hemos sido formados durante toda la etapa de nuestra vida, es importante trabajar y fortalecernos integralmente; (ciertamente no es igual la actitud de alguien que creció con miedo, a alguien que siempre mantuvo la serenidad ante las adversidades), por ende, en tiempos de “crisis” se requiere de una salud que sea edificada y sostenible desde un estilo de trípode, el cual, genere equilibrio y fuerza; esto lo entenderíamos como una salud a estilo tríptico donde la armonía de tres elementos  de cuerdo a la edad y las circunstancias de cada quien le permitan reaprender y afianzar una nueva estructura de persona y de relaciones, capaces de trasladarse dentro de la crisis ante un ayer y un maña trasformado garantizando crecimiento y madures, pero a la vez el desarrollo de la historia misma.

Es importante de entrada concebir que todo ser humano es: Mente, Espíritu y Cuerpo, en otro lenguaje se diría como: capacidad de Razón, capacidad de Trascendencia y formado por Materia, aunque en la intelectualidad, se busca concebir un ser humano sin el elemento espiritual, nos es fácil entender las implicaciones de severo error. Es determinante la armonización de estos tres elemento que integran la totalidad de todo ser humano y porque no, del desarrollo de una colectividad, sin la  armonía trébede el ser humano se viene a pique, y la sociedad se hace insostenible, se estanca y se pierde el camino del progreso y la historia, por lo que, se requeriría entonces, de que los gobiernos inviertan mas en Salud, Educación, Deporte, Cultura, y junto con las religiones (Iglesias) del mundo, se forje integralmente la capacidad de Trascendencia de toca persona y de todo ciudadano, con el fin, de que la sociedad y la historia tengan un mayor significado y se viva en un menor tono y estado de crisis integral.

Ahora bien, esta salud a estilo tríptico de la que nos referimos para este tiempo de “crisis” en la actual pandemia (y para otros contextos) tiene que ver con:

1.    LA SALUD MENTAL. Aquí juegan dos cosas que están muy conectadas; los pensamientos y las emociones, la una toma de la otra y viceversa, dependiendo el tipo de pensamientos que tengamos, así serán nuestras emociones, y según sea el tipo de pensamientos y emociones, así serán nuestros comportamientos, el cual, reflejara nuestro estado de animo, nuestras relaciones con los demás, pero a la vez, nuestra capacidad de visionar el presente y el mañana; ahora, ante la crisis que estamos viviendo, ciertamente todo nos genera “un estado de crisis”, empezando por nuestro pensamiento, lo cual, nos permite emitir emociones que ponen en riesgo la calma. Se debe ser consiente, que “estamos en crisis”, ya sea porque existes una ruptura de ciertas situaciones, o porque el presente no impera con novedosas respuestas, y eso, desacomoda y nos lleva a relevar.

Por eso es necesario hoy reestructurar nuestras formas de pensar, re-evaluar lo que pensamos, el como pensamos, y sobre que óptica pensamos, se debe tratar de desintoxicar la mente y quedarnos solo con los pensamientos que nos permitan canalizar argumentos que sustente emociones, sentimientos y acciones mas positivas y menos apocalípticas y catastróficas, las cuales son antídoto para nuestro suicidio mental, espiritual y corporal; de esta manera, sabremos manejar el miedo, y seremos nosotros mismos quien tenemos el manejo de nuestro interior, y no nuestros pensamientos y nuestras emociones que muchas veces nos llevan a una visión negativa de la realidad. Con esto no se niega la realidad, pero su se asume y se maneja de manera equilibrada y con capacidad de trasformar.

2.    LA SALUD ESPIRITUAL. Mas allá de nuestro deseo de que los templos se reabran para continuar con nuestras experiencia cultual que favorece (o desfavorece, según la llevemos) nuestra vida espiritual, es importante no perder de vista, que en momentos como los que vivimos, lo que mas pone a prueba nuestra equilibrio existencial, es nuestra vida espiritual; ella esta compuesta de esas tres virtudes cristianas (porque las fundamento desde el evangelio) que impulsan una fuerza interior que ayuda: a no perder la calma, y a mantenernos vigentes en las adversidades; por ende, la Fe, la Esperanza y el Amor. No se nos puede olvidar, de que somos seres de trascendencia, si, no somos seres para quedarnos en la mundanidad de los placeres terrenos, somos mas que eso, por eso, cuando hablamos de trascendencia, hacemos regencia, a que somos capaces de estar por encima de la terrenidad, soy mas que, materia, soy mas que mi carnalidad (no solo sexo genital), soy mas que los placeres del momento, y es porque, cada circunstancia en que vivir bajo esos efectos, mi plenitud de ser humano no es completa; por eso, cuando consiente de mi trascendencia trabajo por elevar mi espíritu que me permita conquistar no solo el supremo bien, sino, la suprema realización a la que estoy llamado a conquistar.

Cuando tengo la Fe es porque creo en algo/alguien que me permite argumentar y buscar hacia adelante mi realización individual, es darle cimiento a la existencia de la cual se sostiene ante la historia con sus exigencias cotidianas; esta Fe, no es algo que se queda en el argumento, en el criterios mental, en el confinado individualismo, este “buen creer”, lleva a forjar condiciones, que permitan tener visión de vida ante la realidad; cada realidad no es una pared fría he inmóvil que algunas veces hemos creado nosotros mismos, es posible derrumbarla y edificar otra mejor que promueva una humanidad distinta, pero para eso, es necesario tener la visión que permita darnos la certeza de que puede y comprometernos de lleno con lograr el materializar esa visión, en el fondo, es creer de que se puede hacer algo mejor, lograr algo distinto a lo que existe y que depende de nuestra propia existencia; cuando hay esa Visión clara y convincente, de un: “se puede continuar”, es porque hay Esperanza. esa que me impulsa a buscar y esperar algo mejor y distinto, eso que no se contempla en el momento, pero con el presupuesto de hacer algo sin lastimar ni estar por encima o por debajo del otro podemos alcanzar las metas.

Ahora, esta Fe y esta Esperanza, los argumentos, los criterios que me llevan y me fijan en una visión que promueve el buscar hacia adelante en el tiempo, comprometen una Acción hacia la praxis, se debe ejercer la materialización de lo que se Cree y se Espera, eso es el Amor; no hacerlo, quedaríamos incompletos y en las meras palabras elaboradas, que con el tiempo pierden vigencia.  

El Amor es practico, es acción, es materialización de las palabras, de los afectos y de los deseos individuales, el amor no es la idealización de la realidad es la realidad materializada; el Amor nos lleva hacia la acción que debe enfrentar nuestros propios miedos y los que se generan frente al peligro que asecha y que perturba la existencia; por eso, cuando se ama, se trasciende, y se tiene una mirada no apocalíptica ni de tinten catastrófica, sino de enfrentar y trasformar, cuando se ama se es menos dependiente y se hace mas proactivo la vida, se busca el generar transformaciones y se evita el hacer el daño posible, cuando se ama se tiene criterios y se está en la inquietud del buscar para materializar lo que se configura en el pensamiento y las emociones; por eso el Amor es el bálsamo que hace evidente y creíble las palabras que decimos, y eso tiene tanta fuerza, que puede generar cambios de manera pronta y progresivas.

Quien logra tener salud espiritual, tiene Fe (argumentos - criterios), tiene Esperanza, (visión, búsqueda) y puede Amar (praxis, capacidad de dar-darse). Si falta alguna de estas virtudes, las demás no existen, y no podrá generar la energía y el nutriente a los argumentos existenciales que lleven asumir las realidades que se viven permanentemente.

3.    LA SALUD CORPORAL. Es una vergüenza como la crisis de la pandemia a revelado lo que muchos gobiernos siempre han querido esconder, la poca inversión en salud y la manera repugnante en manejar este derecho como un negocio que lucrativamente ha dejado a pocas grandes riquezas económicas a costa de las enfermedades y sus tratamientos y del “buen morir” que a veces genera para las empresas prestadoras de salud (EPS)grandes riquezas (por ejemplo, las UCI). Pero frente a tal panorama, que siempre a estado en crisis universal, es fundamental que todo individuo trabaje a su sistema de salud corporal, esto requiere muchos factores, pero solo mencionaremos tres:

·      El alimenticio; si bien el alimentarse adecuadamente es una tarea importante, también es necesario el saber hacerlo. Una buena y sana alimentación asegura un estado de desarrollo favorable, que permite la movilidad y el aumento de todas las capacidades saludables del sistema corporal, lo cual, nos permite estar bien. Con hambre no se puede pensar, actuar y avanzar; se necesita de los nutrientes pata tener las energías que el cuerpo requiere. Por eso, la seguridad alimentaria, es tan fundamental, primordial, y de derecho de todos, comer no es un lujo, hay que alimentarnos cada día, y saber alimentarnos para no sobreponernos a excesos que requerirán de cuidados más adelante. El Alimento debe estar amparado como una seguridad diaria y permanente.
·      El físico; el cuerpo necesidad de movilidad y dinámica. Aunque muchas veces no este en el tintero progresivo de nuestras agendas, el hacer deporte constantemente y/o al menos tres veces a la semana, ayudara para el equilibrio de nuestra masa corporal, pero también, de nuestro desarrollo mental.
 . La atención médica; el mantener una atención a nuestro sistema corporal para su óptimo desarrollo y cuidado; es fundamental para que nuestros estilos de vida o se vean afectados por situaciones que en el tiempo pudieron haber sido detectadas y tratadas.


De todo lo dicho, necesario decir que la salud integral a estilo tríptico, requerirá de una doble responsabilidad, (1) A nivel individual, somos los responsables de nuestra salud Mental, Espiritual y Corporal, en su cuidado y desarrollo, solo así se tiene las capacidades y el equilibrio de sostener lo que se lleva y se esta llamado a desarrollar ante los demás, la existencia; somos portadores de la Vida, pero no para destruirla, sino para cuidarla y darle los mejores elementos que permitan darle sostenibilidad y fuerza; toda nuestra vida que requiere de cuidados y que debe desarrollarse en el tiempo empieza por ser plena y proactiva si así lo queremos, de lo contrario solo será instrumentalizada y carente de significado y sentido.

(2) A nivel Colectivo; aquí requerirá de dos argumentos, el colectivo, es decir, donde todos seamos capaces de ser promotores y cuidadores proactivos de los demás, no es cuidarme desde mi individualidad, se trata de cooperar en la realidad del otro, de esa manera todos y cada uno desde su individualidad y libertad se esfuerza por dar-recibir, recibir-dar para ayudar. Por otro lado, esta los argumentos de índole Institucional, es decir, se necesita argumentos religiosos, políticos, jurídicos y económicos que permiten un salvaguardar y promover el desarrollo integral del ser humano en toda su dimensión, con el fin, de que este ni se pierda, ni se convierta en un obstáculo para el desarrollo vital del otro. Es una responsabilidad de quienes gobiernan construir los instrumentos para desarrollar caminos para llevar al desarrollo y el progreso de la vida de cada ser humano, dedole herramientas para que empoderados conscientemente de su responsabilidad construyan la historia de sus territorios y de sus entornos particulares.

Que la “crisis” de la pandemia que se vive por estos tiempos, permita que los individuos, seres humanos, personas, cristianos y ciudadanos, puedan asumirla, pero a la vez tener la capacidad de poder transformarla, teniendo como base una salud Mental, Espiritual, y Corporal, empezando por sus entornos familiares y continuando con responsabilidad por el entorno social que interpela día a día.

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