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Mostrando entradas de abril, 2020

EN LA PANDEMIA NO HAY ANULACIÓN DE LA INTERACCIÓN DE LO HUMANO.

En la pandemia no hay anulación de la interacción de lo humano.  Es asi como los momentos oportunos son para entrar en el fortalecimiento de las verdaderas y auténticas Relaciones Humanas son las que se construyen no solo en medio de la distancia, sino, en medio de las crisis. Hoy por hoy no debe suponer que exista un distanciamiento humano por la lejanía de la misma; aunque existe el concepto del "aislamiento social", este no supone ni asume una forma contundente de aislamiento humano, el cual, rompe de tajo con la dinámica constructiva de la existencia,  es decir, aunque se revele el asilamiento caporal (en el cual estamos) las interacciones que humanamente tengamos desde el dialogo verbal y escrito, trasmiten lo que somos y lo que hay de autentico en nosotros; pues que necesita seguir permaneciendo y debe seguir desarrollándose para nuestro proceso integral (humano/espiritual/afectivo/mental), y edificación de lo social que continua generando desarrollo y crecimiento.

Y SEGUIMOS...

Seguimos estando en la Colombia que no logra transformar su conciencia histórica y social, más de cinco décadas de guerra con un acuerdo de paz por implementar (que no avanza) no han bastado para superar las barreras de las brechas históricas de la peor pandemia: la pobreza que ante una riqueza mínima se fortaleza y se hace indolente; no se ha sido capaz de aplanar los odios y los amores que nos mantienen divididos y nos acribillan como animales sin importar nuestro destino, ahora que al enfrentarnos a una pandemia invisible y que de paso ya ha cobrado en pocas semanas más muertos de los pronosticado, ciertamente no ha servido de mucho aunque aparente ser lo contrario; todo porque esto en vez de volvernos una sociedad masificada hacia lo sensibles y lo humano, con disponibilidad y apertura para trabajar por transformar partiendo de una solidaridad colectiva menos religiosa y más pragmática en la Fe, lo que ha llevado es a endurecer su presencia odiosa y ambiciosa ante lo interpelante;