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Mostrando entradas de marzo, 2020

JUZGAR, CONDENAR Y NO PERDONAR, INCAPACIDADES HUMANAS, RIESGO EN EL CAMINO DE HUMANIZACIÓN Y EDIFICACIÓN RECÍPROCA.

«Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrá en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá.» (Lc 6, 36 – 38) En la(s) lucha(s) de finales de siglo pasado y del presente bajo el paragua de un discurso por la emancipación y una exigencia del respeto a las autonomías humanas, sigilosamente se está tratando de establecer una actitud de rechazo social a todo lo que exija un “comprometerse con la edificación de las estructuras sociales” donde se tengan garantías de derechos y responsabilidades hacia deberes para el salvaguardar un desarrollo humano y social de manera integral y equilibrado. Por eso, todas las instituciones (como la Iglesia, el Estado, la Política, la Familia, las Normas y demás) que impliquen el acatamiento del deber por y para beneficio de otros se encuen

REEDUCAR Y NO DIVIDIR DESDE UN CONCEPTO IDEOLÓGICO DE MUJER, SINO DESDE EL ARGUMENTO; HOMBRE – MUJER, IGUALDAD Y COMPLEMENTARIEDAD.

Las ideologías desde el siglo XX han querido siempre (en su letra menuda) condicionar con  mayor fuerza al ser humano en su identidad y en los elementos integradores de su esencia humana, pero también desde su identidad crear argumentos que lo lleven a basar relaciones y compromisos de una realidad social que pueda modificar las bases estructurales de todo un colectivo. Sobre esta base se fundamenta como centro la realidad humana dentro de una individualidad que busque siempre la vivencia y exigencia de los derechos, llamando a concienciar el asumir los deberes correspondientes en la edificación de la sana convivencia y al respeto del otro. Pero este criterio de individualidad se descontextualiza cuando se enfoca al sujeto a un desarrollo integral y estructural sin tener repercusiones colectivas, es decir, buscar ser centro importante sin tener responsabilidades o tratar de evidenciar un interés, pero que en el fondo siempre será una lucha de tener y mantener el poder absolutista